El presidente del Parlament, Josep Rull, ha pedido actuar ante los «ataques insólitos» contra la lengua y la cultura catalanas por parte, apunta, de autoridades de Valencia, Baleares y de Aragón, así como de tribunales, y ha asegurado que la Flama del Canigó es un símbolo de afirmación nacional.
Así se ha expresado en el discurso oficial con motivo de la recepción de la Flama del Canigó en el Parlament, acompañado, entre otros, por el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, la vicepresidenta de la Cámara catalana, Raquel Sans, la consellera en de Territorio en funciones, Ester Capella, y la periodista y escritora Núria Cadenes.
Rull ha remarcado que la cultura y la lengua catalanas pasan por un momento delicado frente al cual, dice, no se puede estar indiferentes: «Nos equivocaríamos, y mucho, si pensamos que aquello que pasa en cualquier rincón de los 'Països Catalans' en relación con la lengua es lejano», ha advertido.
El presidente ha reivindicado el uso de la lengua catalana, y ha defendido el trabajo de entidades de la sociedad civil que trabajan para preservar la cultura catalana.
«Nosotros somos porque hay hombres y mujeres que se comprometen con aquello que compartidos, a cambio de nada, a cambio de dejar a sus hijos una nación viable, una nación más prospera», ha afirmado Rull, quien ha calificado el trabajo del asociacionismo civil como, textualmente, un latido extraordinario.
Antich: contra la extrema derecha
El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, ha cargado contra las fuerzas de la extrema derecha, y ha pedido a la sociedad civil que se organice para «hacer frente a todas las caras de la extrema derecha y las desigualdades que querrían rompernos».
Antich, cuya organización lleva cada año la Flama del Canigó al Parlament desde 1980, ha dicho que Catalunya es una «larguísima sobremesa donde todos tienen lugar» y ha fijado la lengua catalana como elemento que cohesiona la sociedad.
También ha recordado a las personas que viven fuera del Estado por las consecuencias judiciales del 'procés', que algunos de ellos encadenan, ha remarcado, siete años sin poder disfrutar de la noche de Sant Joan en Catalunya.
La 'flama', a barrios y pueblos
Tras los discursos oficiales, ya fuera del Parlament, Rull ha encendido los quinqués que servirán para distribuir la Flama del Canigó por barrios y pueblos de los territorios de habla catalana, un acto que ha estado acompañado por un baile de gigantes a cargo de la Agrupació de Colles Geganteres de Catalunya y los gigantes de Corbera de Llobregat (Barcelona).
Antes del acto, representantes de Òmnium Cultural han llevado la Flama del Canigó a la sede del legislativo catalán, acompañados por niños y niñas de Corbera de Llobregat.
La Flama del Canigó se renueva cada año en la cima de la montaña del Pirineo catalán que lleva el mismo nombre, con centenares de voluntarios que replican y distribuyen ese fuego por diversas rutas por todos los territorios de habla catalana para que sirva para encender las hogueras de la noche de Sant Joan.