Forenses ven «completamente compatible» la muerte de Salvador --un hombre de 69 años presuntamente asesinado a manos de su pareja, Mari Carmen, en 2021-- con un uso indebido de laxantes. También han relatado que la detección de este fármaco en el cuerpo de la víctima es muy difícil porque se expulsa rápidamente por la orina y con las heces.
Esta es una de las conclusiones que se ha puesto de manifiesto en la cuarta sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Valencia, ante un jurado popular, contra Mari Carmen, que se enfrenta a una pena de 28 años de prisión, tal y como pide la Fiscalía, por un delito de asesinato y otro de estafa y falsedad. Las acusaciones particulares elevan la petición a 31 años y la defensa reclama la libre absolución.
La vista de esta jornada se ha centrado principalmente en la declaración de los forenses del Instituto de Medicina Legal de Valencia ayudados por otros peritos que han completado la prueba. Durante su testimonio han indicado que, según la autopsia, Salvador falleció como consecuencia de un fallo multiorgánico causado por un shock séptico. Y este shock lo pudo provocar un cuadro diarreico.
Los forenses, preguntados por este último extremo, han manifestado que la muerte de Salvador es «completamente compatible» con un uso indebido de laxantes, ha apuntado uno de los peritos. Y, en general, los expertos han señalado que ante la ingesta de una gran cantidad de laxantes «cualquier persona sufriría un cuadro diarreico que acabaría en un cuadro multiorgánico». Y han apostillado que no ven otra causa posible de la muerte de Salvador que no sea el consumo masivo de laxantes.
Los forenses, además, han indicado que es muy complicado detectar los laxantes en los análisis practicados a la víctima puesto que se eliminan del organismo de manera rápida, o bien a través de la orina o con las heces.
Por otra parte, ha declarado la hija menor de la acusada, que ha señalado que ha visto consumir a madre laxantes desde que tiene «uso de razón» tanto pastillas, se ponía varios comprimidos en la mano, como líquidos y que le mandaba a ella y a su hermanos a comprar, incluso siendo menores de edad. Ha apuntado que su madre siguió consumiento laxantes en el hospital y que esta ingesta continuó tras la muerte de Salvador y que seguía habiendo pastillas en la casa.
"comía lo que le apetecía"
Ha asegurado que Salvador comía lo que le apetecía a pesar de ser diabético, que le daban «igual» las advertencias y que mientras estuvo ingresado en el hospital bajaba a la cafetería y seguía fumando. Además, ha asegurado que Salvador le dio a su madre sus tarjetas para hacer las compras y que él les hacía regalos y ha afirmado que su madre les comunicó que había ganado la lotería, pero que ella no preguntó cuánto.
Asimismo, ha mantenido que no dejó de ir con sus amigos y al gimnasio y ha contado que Salvador discutía mucho con su propia hija, que tenía «celos» de ella y su hermana, pero con el hijo se llevaba «mejor».
Por otro lado, sobre la relación que mantuvo su madre con un exnovio antes de salir con Salvador ?que ayer declaró que la acusada le vació las cuentas mientras estuvo tres meses con un episodio de diarreas, pero que no le guarda rencor ni la denunció-- ha afirmado que su madre le dejó por «las lesiones» que le provocó. Ha relatado que desde su cuarto escuchó «golpes», y luego vio moraduras en los brazos de su madre y que no recuerda que el exnovio sufriera episodios de diarreas ni un cambio de peso.