La Guardia Civil ha detenido a una persona y ha investigado a otra por la supuesta comisión de ocho delitos de estafa en los que se hicieron con 71.370 kilos de limones de sus víctimas, adeudándoles una cantidad de 31.954 euros.
Los agentes han identificado a 12 perjudicados en la comarca de la Vega Baja del Segura y el Alto Vinalopó en Alicante, así como en localidades de Murcia,aunque solo ocho de ellos presentaron denuncia formal, según ha informado el Instituto Armado en un comunicado.
En marzo de este año, el Equipo contra Robos en el Campo (ROCA) de la Compañía de la Guardia Civil de Torrevieja se hizo cargo de una denuncia de estafa de compra venta de limones en una finca de Benferri. El principal sospechoso, aprovechando la confianza generada por un intermediario, negoció y firmó un contrato de compra venta de 8.300 kilos de limones, especificando el pago mediante transferencia bancaria que nunca se realizó.
Los investigadores identificaron a otros 12 perjudicados en la comarca de la Vega Baja del Segura y el Alto Vinalopó en Alicante, así como en localidades de Murcia. Ocho de ellos presentaron denuncia formal por los hechos.
Los presuntos autores, un empresario del sector agrícola y su cómplice que hacía funciones de intermediario, contactaban y negociaban con las víctimas, recolectaban la mercancía y pactaban pagos mediante transferencias bancarias, cheques o pagarés que resultaban sin fondos.
La operación Molino 24, apoyada por el Área de Investigación del Puesto Principal de Callosa de Segura, incluyó inspecciones técnicas en varias explotaciones agrícolas. Los sospechosos, conocidos por hechos similares, realizaban las negociaciones y fijaban precios sin temor, utilizando la fachada de una empresa aparentemente solvente para ganar la confianza de los agricultores, según las mismas fuentes.
En la pedanía murciana de El Raal, los investigadores verificaron que la empresa del principal sospechoso no existía en la dirección proporcionada, encontrando solo una casa antigua sin actividad.
Estas estafas se caracterizan por utilizar la fachada de una empresa de aparente solvencia para adquirir mercancías de fácil y rápida comercialización (productos alimenticios, frutas, hortalizas), que luego se pagan a plazos con tratos verbales o cheques sin fondos, vendiendo la mercancía obtenida a un precio inferior para obtener efectivo de inmediato.
A principios de mayo, una vez que se pudo acreditar la participación de los sospechosos en ocho delitos de estafa, fueron citados en las dependencias de la Guardia Civil de Almoradí.
El empresario fue detenido y posteriormente puesto en libertad, mientras que su cómplice fue investigado por estos hechos. En total, estas personas se hicieron con 71.370 kilos de limones, adeudando una cantidad de 31.954 euros a sus víctimas. De todas las actuaciones policiales se ha dado cuenta al Juzgado de Guardia del Partido Judicial de Orihuela.