La fachada de la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, se iluminó anoche de azul para recordar a Sandra Palo, la joven que fue violada y asesinada por un grupo de jóvenes en el año 2003.
En un comunicado, la Comunidad de Madrid ha detallado que el azul era el color preferido de esta vecina de Getafe, que murió a los 22 años.
La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y el consejero de Presidencia, Miguel Ángel García Martín, se reunieron el jueves con los padres y la hermana de la joven en la sede de la Presidencia del Gobierno regional para mostrarles su apoyo 21 años después del crimen.
Sus progenitores fundaron en 2004 la Asociación Sandra Palo para la Defensa de las Libertades, que tiene entre sus objetivos acompañar en el dolor a otras víctimas. A través de dicha asociación se personan en numerosos casos judiciales. En la web se exhibe desde que comenzó, en 2013, la imagen de Sandra Palo junto a un 'Diez años de lucha por una Justicia digna'.
Desde la muerte de su hija, la madre de Sandra, María del Mar Bermúdez, emprendió una lucha por lograr la modificación penal de la ley que regula la responsabilidad penal de los menores. Su batalla la llevó hasta Estrasburgo para solicitar el endurecimiento de las penas a los menores a nivel europeo.
En 2008, solicitó ante el Parlamento europeo que los menores que hubieran cometido delitos muy graves pasaran a la cárcel al cumplir los 18 años, una cuestión que entonces fue admitida a trámite. Los padres de la joven fallecida han organizado numerosas manifestaciones para reclamar estas medidas y han organizado recogida de firmas para instar estos cambios legislativos. De hecho, llegaron a entregar más de un millón de firmas ante el Congreso.
El crimen
Sandra Palo fue secuestrada, violada y asesinada el 17 de mayo de 2003 en un descampado de Leganés, donde apareció su cuerpo carbonizado.
La joven desapareció la madrugada del 17 de mayo de hace 21 años cuando regresaba de tomar algo con unos compañeros de un taller ocupacional al que solía acudir. Un camionero encontró el cuerpo carbonizado de la joven. Estaba en una cuneta, junto a una empresa de rótulos en Leganés.
Horas antes, Sandra fue obligada por cuatro jóvenes, tres de ellos menores de edad, a subirse a su coche para trasladarla a un descampado, donde la violaron y atropellaron hasta siete veces, la rociaron con gasolina y la quemaron.
Los implicados del crimen fueron Francisco Javier Astorga Luque, apodado 'El Malaguita' y el único mayor de edad, Ramón Santiago Jiménez y Ramón y José Ramón Manzano Manzano, alias 'Ramoncín', ambos de 17 años. También participó en el crimen Rafael García Fernández, El Rafita, que entonces tenía 14 años y era miembro de la banda 'El Chupete'.
'El Malaguita' fue condenado a 64 años de prisión por tres delitos de violación y uno de asesinato con los agravantes de alevosía y ensañamiento. Ramón y Ramoncín fueron penados a cumplir ocho años de internamiento y cinco bajo libertad vigilada. 'El Rafita' cumplió cuatro años de condenado en un centro de internamiento.