El 60 por ciento de los directivos valencianos que la jornada laboral de 32 horas «aumentaría o mantendría» la productividad, según se ha puesto de manifiesto durante una jornada organizada por Compromís, celebrada este sábado en València, en la que se ha presentado las conclusiones de un estudio encargado por la Generalitat durante la etapa del Botànic a la Universitat de València que analiza las «posibilidades y limitaciones» de reducir la jornada laboral manteniendo «el mismo salario».
El acto, que ha tenido lugar en el salón de actos del MuVIM, ha contado con la participación del exsecretario autonómico de Trabajo con el Botànic, Enric Nomdedéu, el profesor de Economía en la Universitat de Girona Ferran Elías, el profesor de Economía aplicada en la Universitat de València Joan Sanchis y los diputados de Compromís en Les Corts y el Congreso Mònica Álvaro y Alberto Ibáñez.
Los resultados del estudio, pese a «haberse completado a finales del pasado año», no se han publicado «hasta ahora» por la Generalitat Valenciana y «solo» se han facilitado tras una petición parlamentaria de documentación realizada por Compromís, según sostiene la coalición en un comunicado.
La investigación incluye datos provenientes de una macroencuesta a 371 directivos y 1.508 trabajadores, así como entrevistas con la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), CCOO-PV y UGT-PV.
Según se extrae de las conclusiones del estudio, organizado en cinco ejes temáticos, la reducción de la jornada laboral «podría contribuir significativamente» a mejorar la productividad de la economía valenciana.
Concretamente, el 31% de los directivos y directivas empresariales considera que la cantidad de tareas realizadas por los trabajadores «aumentaría» y un 29% piensa que se «mantendría estable». Unos datos que, para Compromís, «avalan» que la semana laboral de cuatro días «podría contribuir a mejorar la eficiencia a la hora de organizar el trabajo».
Por lo que respecta al empleo, el informe apunta que reducir el tiempo del trabajo «crearía nuevos puestos de trabajo» a causa del aumento de la demanda en sectores como el ocio, el turismo, la educación y el deporte.
Además, el 80% de las empresas considera que deberían aumentar la contratación para algunos puestos de trabajo, mientras que el 71% de los trabajadores considera que reducir su jornada laboral les «ayudaría mucho» a conciliar con otros aspectos de su vida mientras se podría garantizar «la misma productividad laboral».
Por otra parte, el informe destaca la necesidad de los planes piloto en diferentes sectores, la negociación colectiva a nivel sectorial y la figura del proxy sindical como «elementos clave» para un «buen diseño de la transición» hacia una jornada laboral de 32 horas. También se menciona la importancia de una «cierta gradualidad» porque los nuevos conocimientos llegan «de forma progresiva» a todo el tejido empresarial.
Por último, según el estudio, la mayor parte de las empresas consideran «fundamental» que desde las instituciones se implementen medidas adicionales, como cambios culturales respecto a los roles de género y mejoras en la red de transporte público, con el propósito de «garantizar el éxito» en la implementación de la jornada de 32 horas.