Los resultados de Caja Rural de Aragón en 2023, donde ha logrado un beneficio después de impuestos de 21,93 millones de euros, permiten a la cooperativa de crédito, tras su primer año de ejecución de su Plan Estratégico 2023-2025, mantener su modelo de cercanía y seguir impulsando los tejidos económico y social del territorio donde opera.
El director general, Luis Ignacio Lucas, ha calificado el ejercicio 2023 como «muy satisfactorio» ya que, por un lado «nos ha permitido inyectar financiación en el tejido económico, en las pymes, autónomos, comercios y sector agroalimentario en las localidades donde estamos presentes para generar crecimiento y oportunidades de empleo»; y, por otro, «ha dotado al Fondo de Educación y Promoción con cerca de 1,6 millones de euros con los que devolver a la sociedad parte de la confianza que deposita en nosotros a través de la acción social, las iniciativas culturales y el desarrollo del medio rural».
Más de 550 millones en préstamos y crédito
El dinamismo económico y la evolución de los tipos de interés permitieron cerrar 2023 con 14.000 nuevos clientes hasta superar la cifra total de 300.000 y logró incrementar, además, su cuota de mercado en todas las provincias en las que está presente.
Durante el pasado ejercicio, se concedieron más de 8.500 operaciones de préstamo y crédito, con un volumen superior a los 550 millones de euros, un 17% más que el ejercicio anterior. De estas, el 28% se destinaron al sector agroalimentario, el segmento tradicional de actuación de la entidad que presenta una de las tasas más bajas de morosidad, lo que consiguió, en palabras del director general, «trasladar la liquidez a este sector productivo».
La cooperativa de crédito «contribuyó decisivamente a la reactivación de la economía en un entorno tan complicado marcado por los conflictos de Ucrania y Oriente Próximo, las tensiones inflacionistas y la escasez de materias primas», han destacado desde la entidad.
La inversión en particulares, hogares y economías familiares continúa teniendo un protagonismo muy relevante creciendo hasta el 57%, seguida de la inversión con sociedades no financieras (empresas) que suponen un peso del 37%.
Durante 2023, la entidad facilitaba circulante comercial a nuestras pymes y autónomos por importe de 705 millones de euros, ligeramente superior al año anterior, siendo este otro de los segmentos de actividad fundamentales para Caja Rural de Aragón.
Otro indicador del dinamismo comercial y el compromiso con este segmento de actividad tan importante ha sido el incremento del 15% en los TPV (terminales de punto de venta) instalados.
Asimismo, un año más los agricultores y ganaderos volvieron a refrendar en 2023 su confianza en la entidad en la domiciliación de las ayudas correspondientes a la Política Agraria Común (PAC) donde casi una de cada tres solicitudes de estas subvenciones se realiza a través del Grupo Caja Rural.
Lucas ha dicho que «desde nuestros orígenes hemos aportado valor y acompañado al sector agroalimentario al que continuamos apoyando porque lo consideramos un motor clave de nuestra economía hoy y en el futuro. Año tras año y a pesar de las dificultades, la coyuntura de los mercados internacionales y de los precios es uno de los sectores que mejor comportamiento ha tenido y sigue destacando por sus bajas tasas de morosidad. El sector sigue confiando en nosotros y le devolvemos esa confianza impulsando su desarrollo».
Destaca además, entre otros aspectos, la evolución positiva de la ratio de solvencia que se ha visto incrementada desde el 18,42% de 2022 al 19,55% en 2023, muy por encima de la requerida por el Banco de España lo que refleja su solidez. En un contexto de subida de tipos de interés, los clientes optaron por productos de ahorro tradicionales.
Así, los saldos a la vista se redujeron del 78% en 2022 al 72% este último ejercicio en beneficio de los depósitos a plazo que pasaron del suponer el 22% en 2022 al 28% de total. Al final de 2023 los depósitos de la clientela crecieron un 4% respecto al ejercicio anterior hasta superar los 4.200 millones de euros. La adecuada gestión consiguió una significativa reducción de la morosidad hasta el 4,18% a pesar de la coyuntura económica nacional y mundial, y redujo el volumen de activos improductivos de la entidad con una ratio de cobertura superior al 63%.
El volumen de balance es de 4.907 millones de euros gestionado por 710 empleados en más de 200 oficinas en Aragón, La Rioja y Cataluña lo que consolida este modelo de negocio basado en la cercanía, la colaboración el compromiso con el territorio y las personas, el cooperativismo y el buen gobierno.
El presidente de Caja Rural de Aragón, Luis Olivera, ha hecho hizo referencia a los históricos resultados logrados el pasado ejercicio en un excepcional contexto económico y social marcado «por un lado, por el comportamiento de los precios de bienes de consumo y materias primas; y, por otro, por la política de elevados tipos de interés con la que el Banco Central Europeo ha respondido a la escalada de la inflación».
Olivera ha recordado, no obstante, que «la sociedad a la que nos debemos demanda de nosotros algo más que una rentabilidad económica. Por eso, enfatizamos siempre que podemos la rentabilidad social que aportamos en las comunidades donde operamos con nuestro apoyo a las acciones sociales y culturales, la promoción del deporte y del bienestar, la protección del entorno natural o el impulso a la formación que garantice oportunidades de futuro en el territorio».
Los resultados alcanzados por Caja Rural de Aragón en 2023 han permitido dotar 9,5 millones para el fondo de la reserva obligatoria, otros 4,7 millones para el fondo de reserva voluntaria, y cerca de 1,6 millones de euros para el Fondo de Empleo y Promoción, de los cuales, 750.000 euros irán destinados a la Fundación Caja Rural de la Aragón.
Fundación
Durante la Asamblea General se ha trasladado a los delegados de las actuaciones de la Fundación Caja Rural de Aragón, el Alma de la Caja, que constituye un eficaz instrumento con el que devolver a la sociedad parte de sus beneficios obtenidos mediante el apoyo a proyectos sociales, culturales y de desarrollo del medio rural que se realizan en el territorio.
Durante el ejercicio 2023, la Fundación ha impulsado un total de 93 iniciativas en estas tres áreas de acción en 21 localidades de los diferentes territorios en lo que está presente la entidad. Las acciones en promoción y desarrollo de actividades de asistencia e inclusión social, la sanidad, la educación, la ciencia o la cohesión social llegaron a alcanzar directamente a más de 3.700 personas.
Las iniciativas culturales, a través de las cuatro salas de exposiciones, la música, la literatura o las artes escénicas tuvieron un impacto directo en cerca de 13.000 personas.
Los programas de Micro Ayudas, las Becas Excelencia para jóvenes sobresalientes en el deporte y en el ámbito académico, y el programa Emprende Rural son algunas de las iniciativas más destacadas.
Votaciones asamblea general
La Asamblea General Ordinaria, que se ha desarrollado en la histórica sede corporativa de la entidad, aprobó por unanimidad de los socios las cuentas anuales presentadas, destinar 7,6 millones de euros a las retribuciones de capital, la gestión social realizada durante el pasado ejercicio y el nombramiento de los nuevos miembros del Consejo Rector, Blanca Peleato Abadía, María de las Mercedes Díaz del Río y Aránzazu Martínez Iturbe, además de la renovación de los consejeros Ignacio Romero Segura y María Pilar Cativiela Bescos.
El proceso se inició los pasados 3 y 4 de abril con la celebración de las Juntas Preparatorias de los socios y socias, que tuvieron lugar en las localidades de Barbastro, Tarazona, Cariñena, Monzón, Ejea de los Caballeros, Calatayud, Huesca, Logroño, Caspe, Jaca y Zaragoza.