El expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro del PP Eduardo Zaplana ha defendido en el juicio que se sigue contra él y otros 14 acusados por el caso Erial que nunca ha tenido dinero oculto en el extranjero y se ha desvinculado de las adjudicaciones de concursos públicos cuando era presidente del Consell: «No me dedicaba a eso ni me dediqué jamás».
Zaplana se ha pronunciado así en su declaración ante el tribunal de la Audiencia de Valencia, donde desde hace dos semanas se le juzga por Erial, procedimiento en el que se ha investigado el supuesto cobro de más de 10 millones de euros en comisiones derivadas de concesiones de ITV y parques eólicos de la Comunitat Valenciana.
A su llegada a los juzgados, el acusado ha asegurado que «sí» pensaba declarar en la vista y, preguntado por si estaba preocupado por los posibles pactos alcanzados por algunos acusados con la Fiscalía, ha respondido: «El juicio es muy largo».
Durante la vista, el 'expresident', que se enfrenta a una pena de 19 años de prisión por los delitos de organización criminal, blanqueo de capitales, cohecho, falsedad en documento oficial y mercantil y prevaricación administrativa, tal y como le reclama la Fiscalía, ha manifestado que «nunca» propuso a nadie que le gestionara dinero oculto en el extranjero porque no lo tenía: «Jamás, porque no he tenido dinero. No puedo pedir ninguna gestión para lo que no he tenido (...) He dicho siempre que no he tenido nunca dinero fuera de España».
Sobre las adjudicaciones de contratos públicos cuando era presidente de la Generalitat, el acusado ha manifestado que no encargaba esto a nadie, sino que se creaba una comisión y se aprobaba todo por el Consell. «Yo no me dedicaba a eso ni me dediqué jamás», ha aseverado.
Preguntado por sus relaciones con el resto de acusados, Zaplana ha comentado que conoce «mucho» a Joaquín Miguel Barceló, al que el fiscal atribuye el papel de su testaferro, «desde la infancia», pero ha negado relaciones comerciales con él. «Lo único es que compartimos la copropiedad de un barco que compramos entre varios amigos», ha apostillado.
También ha afirmado conocer a Francisco Grau --a quien el ministerio público considera el «financiero» de la organización y encargado de gestionar los fondos-- pero ha puntualizado que no mantuvo ninguna relación societaria ni de negocios con él.
Respecto al testigo Fernando Belhot, cuyo testimonio ha sido clave para procesar a Zaplana, el acusado ha indicado que era una persona muy conocida en Madrid y que ha tenido una relación «amplia» con él: «En algún momento me ha propuesto varias operaciones económicas que nunca hemos concretado», ha apostillado.
Interpelado por las sociedades creadas para recibir sobornos por las adjudicaciones predeterminadas y para ocultar el origen ilícito de los bienes, contribuyendo a su transformación e integración posterior en el circuito económico, ha afirmado que las conoce por el sumario pero se ha desvinculado de las mismas.
Por otro lado, preguntado por unos documentos que se le intervinieron en su maletín el día de su detención en los que aparecían algunas sociedades investigadas, ha dicho que se trataba de «un folio» que le entregó Francisco Grau para informarse de esas sociedades porque estaba intermediando en unos negocios a petición de Joaquín Barceló. «Pedí estos datos por ignorancia del asunto del que iba a intermediar. No conocía las sociedades», ha señalado. Preguntado con quién iba a cerrar el negocio, el exministro ha respondido que con un empresario con el que ha tenido relaciones «durante mucho tiempo» pero que no recordaba su nombre.