Los hosteleros sevillanos han afirmado que las previsiones que tenían en un principio eran «más optimistas», pero, evidentemente, «el clima no nos favorece y esas previsiones se han ido al garete».
Así lo ha manifestado el presidente de la Asociación de Hostelería de Sevilla y vicepresidente de la federación andaluza de hostelería, Alfonso Maceda, en declaraciones a Europa Press, donde ha destacado que tanto el Domingo de Ramos como el Lunes Santo «nos defendimos», al ser un día de «mucho público y de mucha gente en nuestros establecimientos».
No obstante, Maceda ha lamentado la climatología para los próximos días y en este sentido ha señalado que «parece ser que el resto de la semana difícilmente salgan procesiones con lo cual nos influye enormemente en nuestra ventas».
Con respecto a la ampliación de horario para la venta de alcohol durante la 'Madrugá' por parte del Ayuntamiento de Sevilla, el presidente de los hosteleros ha explicado que se ha aumentado en media hora el horario de venta con alcohol en la zona centro, mientras que en el resto de establecimientos «se cumplen los horarios que normalmente tengan a lo largo del año», por lo que, «esa media horita pues nos va a dar un poco de margen para que no tengamos que echar a nuestros clientes deprisa y corriendo», ha apuntado.
«Lo que quiere decir esto es que a las dos de la mañana no es que esté abierto el local, sino que tenemos esos tres cuartos de hora para ir recogiendo y cerrando», ha matizado.
Al hilo de ello, Maceda ha criticado que «se siga culpando al sector de los incidentes de 2017», porque, según ha defendido, «nosotros fuimos todo lo contrario, fuimos refugio para el público que estaba en ese momento en la calle desorientado y que no sabían qué hacer con el miedo».
«Queremos es que en próximos años eso desaparezca y tengamos los horarios normales que hemos tenido siempre», ha reivindicado al tiempo que ha recordado que normalmente los ayuntamientos pueden aumentar en dos horas el horario en las fiestas de la localidad, por tanto, «aquí en Andalucía si un bar sin música tiene un horario normal hasta las tres de la mañana, podría cerrar a las cinco», ha asegurado.
Por último, ha argumentado que el plan especial para los establecimientos en las calles adyacentes a la carrera oficial, los cuales tienen que solicitar su apertura a partir de las dos de la mañana que es el límite que se ha puesto este año, pero «no pueden vender productos con alcohol, tienen que hacer un servicio de cafetería más que de bar».
«Se puede vender comida, bebidas, café, refrescos, cualquier cosa, pero que no tenga alcohol. Entonces para nosotros es complicado y difícilmente hay una apertura de bares mayoritaria porque realmente en muchos casos no es rentable», ha afirmado para además resaltar que «al día siguiente es un día fuerte, el Viernes Santo, y se necesita personal para ese día y agotarlo en esa madrugada tampoco nos conviene».