El candidato del PNV a lehendakari, Imanol Pradales, ha abogado por abordar una transición ecológica ambiciosa, pero realista y «sin ansiedad» porque sería «una locura cerrar determinadas empresas» y poner en riesgo el empleo industrial y la competitividad empresarial, lo que redundaría en un detrimento del bienestar y los recursos públicos. Además, ha apostado por que la fiscalidad «acompañe» a los emprendedores, a los que hay que «ayudar, no intervenirles ni controlarles».
En un encuentro con los lectores y lectoras del diario Deia, que le han realizado preguntas sobre sus inquietudes, Pradales ha defendido que «se vaya hacia una transición energética y ecológica como país, como sociedad y también en el ámbito económico». A su juicio, el Pacto Verde Europeo «es un buen pacto», al igual que la recién aprobada la Ley vasca de transición energética y cambio climático, que tiene «el rumbo establecido». «No podemos ir hacia atrás. Por lo tanto, sí a la transición energética, sí a la transición ecológica, ahora bien, con ambición y con realismo», ha señalado.
El aspirante del PNV a la Lehendakaritza ha asegurado que le preocupa «la ansiedad ecológica» de algunas personas o partidos políticos, porque puede «impedir ver» que en la actualidad «en este país hay un montón de empresas que siguen dependiendo de los combustibles fósiles».
«Por lo tanto, la transición hay que hacerla paso a paso, hay que ser realistas y hay que ser pragmáticos porque, si no, estamos poniendo en riesgo el empleo de miles de personas y la competitividad de este país», ha advertido.
Según ha destacado, en el Puerto de Bilbao, donde trabajan 8.300 personas a diario, «el 60% de todo lo que entra y sale tiene que ver con el sector de la energía, fundamentalmente, con el gas, con el refino, por lo tanto, con combustibles fósiles».
Por ello, ha avisado que no se puede decir que «tienen que cerrar determinadas empresas». «Tendremos que hacer poco a poco esa transición», ha subrayado, para recordar empresas que dependen del gas para producir, como Sidenor en Basauri o productos tubulares entre Sestao y Tragaran.
«¿Podemos permitirnos que, cuando todavía no tenemos un combustible alternativo, no tengan gas para producir lo que hoy producen?. Eso no lo podemos hacer así», ha remarcado. Por ello, ha reiterado que «ambición sí», pero también «realismo y pragmatismo».
Recaudación
Pradales ha explicado que la Hacienda de Bizkaia el año pasado recaudó 10.000 millones de euros que «van a la bolsa común de Euskadi» para financiar la sanidad, la educación, la RGI, las carreteras, etc, y más de un 35% de esos ingresos, una cifra superior a 3.500 millones, provenían de empresas energéticas.
«Poner eso en riesgo sería una locura. Por lo tanto, yo creo que hay que hacer una transición energética, pero hay que hacerla sin poner en riesgo ni el empleo industrial, ni la competitividad empresarial, ni el bienestar y los recursos públicos», ha insistido.
De esta forma, ha instado a «acompañar, ayudar, ir generando instrumentos que permitan ir haciendo esa transición». «Transición ecológica tiene dos palabras: transición y ecológica. Algunos solo se fijan en lo de la ecológica, y yo creo que nosotros nos tenemos que fijar en las dos», ha puntualizado.
Industria
El candidato del PNV ha realizado un llamamiento también a defender «con uñas y dientes» a la industria como parte de la política económica de Euskadi y de su ADN, porque «es fuente de productividad, innovación, empleo de más calidad, mejores salarios y mejores condiciones». «Por lo tanto, tenemos que defender la industria, porque es defender el presente, pero también es defender el futuro», ha subrayado.
En todo caso, cree que ya se ha estado defendiendo la industria en el pasado, de la mano del PNV, y ha apostado por seguir haciéndolo «con la misma ambición» con las nuevas industrias de futuro porque «vienen muchas oportunidades».
En este línea, se ha referido a los proyectos de generación para la acumulación de energía. «Euskadi está posicionada para traer algún proyecto de estos y yo creo que lo vamos a ver», ha resaltado.
Para el dirigente jeltzale, «hay proyectos que tienen que ver, en el ámbito de la energía, con la transición de combustibles fósiles a sintéticos bio o al famoso hidrógeno verde». En cuanto a la transición digital, considera que Euskadi tiene la posibilidad de posicionarse «para atraer las fábricas del futuro», las de datos, porque estos son «un poco el nuevo petróleo del futuro».
«Aquí también hay un debate de si los datos van a tenerse que grabar fiscalmente, si son una fuente de generación de ingresos públicos. Nosotros tenemos capacidades fiscales propias. Por lo tanto, tenemos que posicionar a este país en ese ámbito de la economía de los datos atrayendo fábricas de datos», ha reiterado.
De esta forma, se ha referido a la competencia que existe en el mundo y en Europa «por atraer los famosos hubs de datos», porque «se va creando un ecosistema de gente que se va formando a través de las universidades y centros de formación que colaboran, de empresas de nueva creación que surgen para dar servicios, de atracción de profesionales y de talento».
Por ello, cree que «ahí viene una gran oportunidad de crear una nueva industria digital». "Tenemos que coger esos trenes y tenemos capacidades para cogerlos, porque tenemos muchas herramientas: la fiscal y el apoyo claro que ha hecho este país históricamente desde la política industrial a la generación de industria.
La nueva industria de hoy será digital, será del ámbito de la transición energética, como cogimos el tren en los 90 de las energías renovables y se crearon empresas como Gamesa, de la aeronáutica como ITP«, ha subrayado, para apuntar que esos proyectos se impulsaron con colaboración público-privada. »Ahora estamos en ese mismo punto", ha asegurado.
Empleo
Pradales ha querido reconocer la labor de quienes en Euskadi «levantan todos los días la persiana, arriesgan, apuestan, porque son autónomos, tienen un comercio o un pequeño taller», porque «es hacer país, generar riqueza, empleo y oportunidades todos los días».
«Si este país hoy tiene la calidad de vida, bienestar y cohesión social, es porque hay quien se dedica a generar riqueza para que luego podamos repartirla», ha apuntado, para insistir en que, «si no generamos riqueza, repartiremos miseria».
No hay que intervenirle
«Desde el ámbito político, tenemos que ir creando condiciones que permitan que, quien quiera arriesgar, pueda arriesgar; quien quiera emprender, pueda emprender; quien quiera crecer en el ámbito de la empresa, pueda hacerlo; y hay que acompañarle, ayudarle y no hay que intervenirle, no hay que controlarle», ha resaltado.
En su opinión, «esto tiene que ver con una cultura que apoya a quien arriesga, a quien emprende, a quien hace empresa y con un reconocimiento social». Ello también significa, según ha añadido, hacerlo con medidas fiscales, de forma que, «si alguien crea empleo, tenga, como existe hoy, una deducción fiscal por la creación de empleo de calidad; que si alguien quiere invertir en renovar activos en una empresa, le genere una deducción en impuestos sociales, y eso está».
El candidato del PNV ha reivindicado que la fiscalidad también «acompañe», además de implementar desde lo público «otro tipo de ayudas, más directas, con programas de todo tipo, ligados a la innovación permanente, a la internacionalización de los negocios, a la inversión, a la formación de personas». «Al final, se trata de que, desde el ámbito público, acompañemos al crecimiento de los proyectos empresariales y, con ello, no los señalemos, sino que los acompañemos», ha concluido.