El portavoz de la Plataforma a favor de los paisajes de Teruel, Javier Oquendo, ha rechazado la instalación de placas fotovoltaicas en 4.000 hectáreas de suelo y de 130 aerogeneradores, que producirán 5.000 megavatios de energías renovables en el Bajo Aragón histórico, cuyos habitantes consumen 40 megavatios anuales.
«Para un territorio que podría abastecerse con unos 40 megavatios, hablando de todo el Bajo Aragón histórico, se van a instalar más de 5.000 megavatios con una ocupación de 4.000 hectáreas de placas fotovoltaicas, más el impacto de unos 130 aerogeneradores, todo ello con sus correspondientes líneas de alta tensión», ha descrito.
«Los gestores públicos y los ciudadanos del entorno de Andorra deberían estar más que preocupados, pues de los 1.100 megavatios que producía la central térmica, se va a pasar a más de 5.000, con lo que supone de infraestructuras industriales: placas, aerogeneradores, líneas de alta tensión y subestaciones».
«Son 11 centrales fotovoltaicas que suman 550 megavatios, más el proyecto del Nudo Mudéjar, que comprende siete centrales eólicas y siete fotovoltaicas con una potencia de 1.800 megavatios, junto con el proyecto Catalina, con otras siete centrales eólicas y 7 fotovoltaicas, y todo esto en Andorra y los pueblos de alrededor, que en algunos casos ya tienen otros proyectos aparte».
"depredación del territorio"
"Se puede decir, cargados de razones, que esto no es una transición justa, sino una invasión y depredación del territorio amparándose en la necesidad de sustituir la central térmica, algo con lo que todo el mundo ha estado de acuerdo, pero no de esta forma y sin ninguna ordenación ni control.
Oquendo ha manifestado que «una transición energética podría denominarse justa si sus efectos positivos y negativos se repartieran entre todos los implicados de forma equitativa».
El portavoz de la plataforma ha indicado que «en Andorra existía una producción de electricidad basada en el carbón que generaba una actividad y unas afecciones en el territorio», un modelo que «se abandonó para transitar hacia uno basado en energías renovables que siguiera garantizando ciertas condiciones».
«Sin embargo, en el caso de los proyectos que se están desarrollando en Andorra, se sigue produciendo para otros --territorios-- con contraprestaciones económicas, pero también con fuertes afecciones por la desmesurada cantidad de proyectos. El término razonable es el más difícil de concretar, pues lo que para unos es muy lógico, para otros no tiene ningún sentido».
Hidrógeno mediante electrolisis
«Tampoco es muy razonable producir hidrógeno mediante electrolisis, un proceso en el que se pierde hasta el 80% de la energía invertida y que requiere de grandes cantidades de agua que no hay y por la que previsiblemente va a competir con el regadío».
«Tampoco parece muy atinado generarlo en Andorra para transportarlo hasta Sagunto, cuando se trata de un gas muy volátil y corrosivo y, por tanto, sus infraestructuras de transporte tienen un elevado coste y riesgos de seguridad. ¿No sería más sencillo producirlo próximo al lugar de consumo? Faltaría abordar el aspecto de sujeto a derecho, lo que traducido quiere decir que sea legal. Seguramente la legalidad la cumplirán en cuanto a las declaraciones y resoluciones ambientales, pues normalmente se hacen a la medida de las empresas».
«También será legal masacrar todas las especies de aves que vuelan por el entorno, pues la suposición de la Administración es, como dijo un consejero, que aprenderán a esquivar los molinos».
Oquendo ha afirmado que «los habitantes del territorio, a cambio de unas rentas, se verán rodeados por infraestructuras industriales en lo que eran paisajes cargados de valor medioambiental y cultural. Será legal porque las leyes del sector eléctrico son tantas y tan variadas que siempre hay donde escoger».