Andrea González, técnica de emergencias que se presentó voluntaria en el hospital de campaña desplegado este jueves en la zona del incendio de dos edificios en el barrio valenciano de Campanar, que se ha cobrado la vida de al menos diez personas, ha recalcado que durante las primeras horas «había gente que quería volver a su casa» y «acceder a sus viviendas». «Decían 'tengo que entrar, tengo que entrar porque tengo a un familiar allí'», ha recordado.
González, vecina de la zona, se presentó en el hospital de campaña cuando «aún no se había desplegado ningún medio sanitario» tras escuchar a una enfermera que decía que se necesitaba ayuda. Comenta que, al principio, la situación fue «un poco caos» pues se encontraban atendiendo a los afectados «las primeras personas que pudimos actuar con conocimientos en todo el tema de emergencias».
«Y pues eso hicimos. Al principio éramos pocas personas, pero luego empezaron a venir ambulancias», ha apuntado en declaraciones a los medios, al tiempo que ha señalado que ella se dedicó principalmente a «temas psicológicos para poder calmar a los familiares» y a las personas cuyas viviendas habían quedado calcinadas por el fuego. «Fue una desesperación muy grande», ha lamentado.
La técnica de emergencias ha subrayado que durante los primeros momentos las personas voluntarias se dedicaron a «coordinar un poco todo». «Estuvimos coordinando, porque estaban solo bomberos y policía, pero los sanitarios estaban llegando», ha insistido, y ha explicado que se dedicado a «sacar y repartir sillas, repartir agua a la gente y hacer el perímetro de seguridad».
Ha asegurado que, cuando llegaron las ambulancias, los equipos sanitarios atendieron a algunos vecinos y otros que habían inhalado humo y estaban tosiendo. «Nosotros nos quedamos con las personas mayores que estaban más o menos bien, pero que estaban en shock de ver cómo se estaba quemando su casa», ha agregado.
Para González, estar dentro del hospital de campaña supuso un «impacto». «Fuimos los primeros en actuar y te encuentras con que no sabes cómo se va a propagar, no sabes qué está pasando realmente, y tienes que asimilar esto y además tienes que atender a personas que tienen su casa ahí. Tienes que hacer esa doble función», ha subrayado, y ha manifestado que «psicológicamente» se encuentra «muy mal», pues «cada uno se lo lleva --el impacto-- a casa».
Recogida de comida en la falla
Andrea Gónzalez es también fallera de la falla Escultor García Mas y Puerto de Santa María, comisión que ha acudido este sábado al minuto de silencio convocado por la Federación de Fallas Benicalap-Campanar alrededor de una rotonda situada frente a la fachada de los edificios en recuerdo de las víctimas del incendio. Ha remarcado que los falleros de esta comisión están recogiendo comida, que después «clasifican para enviar al parque de bomberos de Benimaclet».
En su caso, ha apuntado que la afección es «doble» y se encuentra «muy mal», pues a sus trabajos como voluntaria en el hospital se suman su condición de vecina y fallera de la zona. De hecho, algunos vecinos de los edificios afectados son antiguos miembros de la comisión Escultor García Mas y Puerto de Santa María.