El proyecto científico Ulysses para combatir la contaminación plástica en los océanos, puesto en marcha en 2020 por Azti en colaboración con el Gobierno Vasco, desplegará, a partir del próximo mes, más de 1.000 dispositivos en el Golfo de Bizkaia para «fortalecer la monitorización de la deriva de las basuras marinas y mejorar la salud del litoral vasco».
La consejera vasca de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha presentado este miércoles en el Aquarium de San Sebastián este proyecto. En el acto han intervenido también el director de Fundación Data for Science, Jorge Ballester, y el CEO del centro de investigación Azti, Rogelio Pozo.
El proyecto Ulysses Data For Science surgió en 2020 como «respuesta a la creciente problemática de la llegada de plásticos a los océanos y sus efectos adversos» a partir de la colaboración de Azti y la empresa aeroespacial Elecnor Deimos, según ha recordado Tapia.
«Después de un año de trabajo y una vez establecido el enfoque científico, se presentó el proyecto a la Dirección de Patrimonio Natural y Cambio Climático del Gobierno Vasco a mediados de 2021», ha indicado, para añadir que, «conjuntamente, se logró enriquecer el proyecto científico con acciones de divulgación, con la premisa de que fuera un proyecto abierto a la participación de toda la sociedad vasca, incluyendo sus instituciones, empresas y ciudadanos».
La consejera ha avanzado que el mes que viene comenzará «una nueva fase de Ulysses», con el fin de «profundizar en el conocimiento sobre la llegada de plásticos y su distribución para que sirva de catalizador en estrategias destinadas a mitigar esta preocupante situación».
Ballester ha detallado que a través de Fundación Data For Science, este proyecto, partiicpado por el Gobierno Vasco, se desplegará durante los próximos tres años, «en una alianza público- privada abierta a toda la sociedad».
«Es fundamental que el liderazgo institucional del Gobierno Vasco nos permita involucrar a diversos actores y garantizar que el proyecto sea inclusivo y sostenible a largo plazo», ha destacado.
En el marco de esta iniciativa se desplegarán más de 1.000 dispositivos en el Golfo de Bizkaia diseñados para fortalecer la monitorización de la deriva de las basuras marinas.
Por un lado, se utilizarán unas cámaras de videometría destinadas a la monitorización de la basura flotante en tramos de los ríos Nervión, Deba y Zadorra. Además, se hará uso de tres tipologías de embarcaciones: el Ranger, equipado con avanzados sensores; los Traveller, pequeños dispositivos modulares con GPS y de gran utilidad para el análisis del transporte de corrientes marinas y fluviales; y los Wooden, pequeños barcos de madera sin sensores, que constituirán el mayor número de las embarcaciones utilizadas.
Finalmente, se usarán las plataformas Wavy Ocean y Littoral, desarrolladas anteriormente dentro del proyecto europeo Meloa. «Ulysses se compone de cinco iniciativas interconectadas, cada una con un papel crucial en nuestro objetivo común», ha indicado Tapia, que ha apuntado que, por un lado, Ulysses Sea, a través de diferentes flotas equipadas tecnológicamente, «trazará las derivas del plástico marino en el Golfo y se geolocalizarán las acumulaciones a través de satélite».
"mapas de deriva"
«Con los datos obtenidos se trazarán mapas de deriva para la recogida posterior», mientras que Ulysses Rivers «se centra en comprender el flujo de plásticos desde los ríos hasta el mar, identificando puntos críticos donde se acumulan estas basuras», ha explicado.
Además, Ulysses School y Experience ofrecerán actividades educativas y exposiciones interactivas con el fin de «fomentar la conciencia ambiental y el compromiso con la protección del medio ambiente». Finalmente, Ulysses Circle promoverá la economía circular.
Desde Azti, Pozo ha detallado que, por ejemplo, en Ulysses Rivers, el centro tecnológico utilizará un sistema de videometría compuesto por una cámara y un algoritmo especializado en la detección de objetos flotantes que «permite monitorear en tiempo casi real las basuras que circulan por una sección de un río».
«Usando el método científico, podemos obtener datos precisos y realizar análisis objetivos que nos ayuden a tomar medidas efectivas para preservar y proteger nuestros ecosistemas», ha destacado, al tiempo que ha defendido que «es vital seguir respaldando la investigación científica y utilizar evidencia científica para orientar nuestras acciones en la conservación del medio ambiente y en la lucha contra la contaminación plástica en los océanos».
«El objetivo final de Ulysses es contribuir a la consolidación de las políticas locales contra las basuras dispersas en nuestros ríos y el Golfo de Bizkaia, proporcionando directrices y permitiendo el desarrollo de herramientas inteligentes que favorezcan la optimización de las operaciones de recogida de basura marina flotante», ha finalizado.