El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha puesto en valor la figura de Monseñor Juan María Uriarte, a quien ha calificado como «hombre de paz, fiel y entregado a la Iglesia», y ha destacado que promovió «la palabra y el desarme verbal» para sembrar la semilla de la convivencia.
Urkullu ha visitado esta tarde la capilla ardiente del obispo emérito de San Sebastián, que se ha abierto a las 17.00 horas, en la Casa de Espiritualidad de Begoña, en Bilbao. Monseñor Uriarte falleció en la jornada de este pasado sábado en el Hospital de Basurto, de la capital vizcaína, a los 90 años de edad, tras haber sido hospitalizado hace una semana tras sufrir un ictus.
La capilla ardiente permanecerá abierta hasta las 15.30 horas de mañana cuando se celebrará la misa funeral se en la Basílica de Begoña. Posteriormente, sus restos mortales serán trasladados a Frúniz (Bizkaia), su municipio natal, donde descansarán en el panteón familiar.
En declaraciones a los medios de comunicación a su llegada a la capilla ardiente, Urkullu ha destacado que Uriarte fue «un hombre fiel y entregado a la Iglesia y a su Evangelio y, por lo tanto, un hombre también de paz».
«Impulsó además que la Iglesia vasca fuera una Iglesia pegada a la tierra y a las necesidades de la ciudadanía, cercana a los problemas sociales», ha añadido.
Cultura vasca
Asimismo, ha subrayado su papel como« impulsor de la cultura vasca y en la implicación de la Iglesia dentro del desarrollo de la cultura vasca y de lo que era la necesaria labor por una Euskadi que pudiera vivir en paz».
En este sentido, ha subrayado «su compromiso por que desde el diálogo, el uso de la palabra y el desarme verbal» se pudiera «ir sembrando también una semilla para poder vivir en paz y normalizar la convivencia».