El Puerto de Barcelona «está impulsando» un acuerdo con las compañías de cruceros para que, tras la declaración de la fase de emergencia por sequía, estos barcos solo se abastezcan de agua en la capital catalana por extrema necesidad, en sus palabras.
La infraestructura ha defendido que únicamente proveería de agua a aquellas embarcaciones que acrediten «no disponer de alternativas viables» de suministro, en un comunicado de este martes.
Su presidente, Lluís Salvadó, ha asegurado que es una «autorregulación» con la que el puerto pretende reducir sus consumos, si bien ha recordado que la ley les obliga a proporcionar agua a todos los barcos que así lo soliciten.
La infraestructura ha asegurado que la «mayoría» de las escalas de los cruceros no utilizan el servicio de aprovisionamiento de agua gracias a los sistemas de potabilización con los que cuentan.
Así, son uno de los sectores que «ha reducido de forma más significativa» su captación de agua, situando en el 0,09% su consumo respecto al total de la ciudad en 2022.