Un conductor de 30 años que provocó el 1 de diciembre de 2022 un accidente en Móstoles en el que perdieron la vida una madre y su hija ha reconocido en el juicio que iba ebrio y drogado tras una noche de fiesta y ha mostrado su arrepentimiento.
«Lo siento mucho», se ha limitado a manifestar durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid al alcanzarse un acuerdo de conformidad por el que acepta una pena de cuatro años y medio de cárcel y perdida completa del carné de conducir.
Los hechos se produjeron sobre las 21.40 horas cuando el procesado circulaba «de modo temerario» por la Avenida de Extremadura de Móstoles al volante de un vehículo de su propiedad después de haber ingerido bebidas alcohólicas y drogas toxicas.
Durante el trayecto chocó cuando circulaba a más de 130 km/h contra otro turismo conducido por una mujer que viajaba junto a sus dos hijas menores de edad. A consecuencia del impacto falleció la conductora y su hija de 12 años de edad.
Previo a la vista oral, las partes han alcanzado una acuerdo ante el reconocimiento de los hechos por parte del procesado. La abogada del acusado solicitará al juzgado de vigilancia penitenciaria una vez que se le clasifique en segundo grado que pueda salir de la cárcel para acudir a un centro de rehabilitación de adicciones.
El fiscal le imputa un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y drogas tóxicas y sustancias estupefacientes en concurso de normas con un delito de conducción temeraria en concurso por la regla del artículo 382 del Código Penal con dos delitos de homicidio por imprudencia grave y un delito de lesiones.
Accidente mortal
Según el escrito de acusación, sobre las 21.40 horas del 1 de diciembre de 2022, A. P. A. circulaba «de modo temerario» por la Avenida de Extremadura de Móstoles al volante de un vehículo de su propiedad después de haber ingerido bebidas alcohólicas y drogas toxicas.
Y lo hacía «a velocidad superior a la permitida en vía urbana y cometiendo infracciones de tráfico» tales como no abandonar la rotonda por la salida reglamentaria «sino girando directamente a la izquierda en sentido contrario de la circulación, con grave peligro de colisionar con varios vehículos que circulaban por la rotonda en el sentido correcto».
Durante el trayecto el acusado chocó cuando circulaba a más de 130 km/h contra otro turismo conducido por M. C. M. y en que viajaba junto a sus dos hijas menores de edad que trataba de salir de un estacionamiento para incorporarse a la carretera. A consecuencia del impacto falleció la conductora y su hija de 12 años de edad. Su otra hija de 9 años sobrevivió a la colisión aunque padeció diversas lesiones.
La causa del siniestro vial, tal y como apunta la Fiscalía, fue que el acusado condujo «de manera manifiestamente temeraria, poniendo en concreto peligro tanto a su acompañante en el vehículo, como al resto de usuarios de la vía».
Tras el impacto, A. P. A. permaneció en el lugar de los hechos hasta la llegada de los servicios de emergencia y de los agentes de la Policía Municipal donde se le practicó la prueba de alcoholemia y toxicológicas a raíz de las cuales apreciaron en el acusado síntomas externos compatibles con la ingesta de bebidas alcohólicas como fuerte halitosis alcohólica, conjuntiva enrojecida, movimientos lentos, no mantenía la verticalidad, su habla era pastosa y repetitiva.
También apreciaron síntomas de estar bajo los efectos de drogas o sustancias estupefacientes tales como cara y nariz muy enrojecida, aparición de nistagmos, habla pastosa, titubeante y mal articulada, repitiendo frases o ideas, sin parar de hablar, no sabía determinar la hora que era, presentaba oscilaciones de la verticalidad del cuerpo, perdía el equilibrio, se movía con movimientos descoordinados o mala coordinación de los ojos y las manos.
En concepto de responsabilidad civil la Fiscalía reclama al acusado una indemnización por el fallecimiento de la madre y la hija de 587.234,02 euros, siendo responsable civil directo la compañía aseguradora.