La viuda de Gregorio Ordónez, Ana Iribar, ha destacado que, casi 29 años después de su asesinato a manos de ETA, la ciudadanía «todavía hoy sigue recordando con cariño al hombre, al ciudadano, al político que tanto hizo por devolvernos la libertad y la dignidad».
San Sebastián ha acogido este sábado un tamborrada de homenaje por parte de familiares y amigos al que fuera concejal del PP asesinado por ETA. La cita se ha desarrollado junto a la exposición 'Gregorio Ordóñez. La vida posible', que se muestra en la Casa de Cultura de Aiete.
Tras manifestar su agradecimiento a quienes han acudido a la cita, Iribar ha recordado que el próximo 23 de enero se cumplirán 29 años del asesinato de su marido a manos de ETA.
«Mi principal emoción y recuerdo es para él y para todas las víctimas de ETA. Para una ciudad que quedó conmocionada tras el asesinato y para una ciudadanía que todavía hoy sigue recordando con cariño al hombre, al ciudadano, al político que tanto hizo por todos nosotros, por devolvernos la libertad, por devolvernos la dignidad y decirnos que no hay que tener miedo», ha asegurado.
Asimismo, ha recordado cuando su marido tomaba parte anualmente de la Tamborrada, ya que él «vivía, soñaba y latía en blanco y azul». «Esta era su ciudad y la gente por la que trabajaba lleno de entusiasmo», ha finalizado.
Por su parte, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, que ha tomado parte en la cita, ha advertido de la falta de «cariño, recuerdo, empatía y cercanía hacia las víctimas» del terrorismo que se ha padecido en el pasado.
"muchísima soledad"
«He participado emocionado y convencido de que tenemos que cambiar estas cosas. Históricamente han sido otros los que se han llevado los cariños, las cercanías, las muestras de amor y, sin embargo, las víctimas del terrorismo han vivido con muchísima soledad», ha censurado.
Tras reconocer que no conoció personalmente a Gregorio Ordóñez, ha incidido en que fue un político que «luchó por esta tierra y por sus ideas pensando y soñando en un país en libertad». «Él no lo consiguió, pero lo que él sembró, lo que él trabajó, tuvo un fruto, y por supuesto que su vida tuvo sentido. Su muerte no, obviamente, pero sí su vida y su lucha», ha enfatizado.
Por todo ello, ha defendido que con actos como el de este sábado por parte de ciudadanos anónimos «se da un paso y se muestra un respeto y un cariño que no siempre hemos dado». «No siempre hemos estado a la altura, esa es la realidad, y por eso hoy he querido participar y responder a la llamada de Ana Iribar», ha subrayado.
Itxaso, que ha participado en la cita con los palillos con los que tocaba de Gregorio Ordóñez, ha reconocido haberse sentido «impresionado» por ser algo «un poco sagrado» y que seguro su viuda «cuida con tanto cariño».
«No me siento para nada heredero, en el sentido de que a él le arrebataron la vida y yo he tenido la suerte de poder llegar hasta aquí, de vivir en un país en paz, de poder desarrollar y llevar a cabo mis ideas, defenderlas, pero me he emocionado. Tocar la marcha de San Sebastián con los palillos de Gregorio Ordóñez me ha impuesto un cierto respeto», ha reconocido.