Un total de 56 niños y adolescentes ucranianos volverán este sábado a su país después de su estancia de un mes en la Comunitat Valenciana, acogidos por familias con las que han pasado las navidades lejos de la guerra y el frío dentro del programa de acogimiento que desde años organiza Fundación Juntos Por la Vida. Los menores volverán en autobús a sus aldeas, pueblos y ciudades, afectados por los bombardeos a causa de la invasión de Rusia.
«En esta estancia han disfrutado del cariño de las familias, de la comida, de los regalos de las navidades. Pero sobre todo han disfrutado de paz, porque cuando regresen a sus casas después de tres días de viaje en autobús, la situación allí sigue muy complicada. Cada día siguen sonando las alarmas y tienen que continuar bajando a los refugios para ponerse a salvo», explica la presidenta de la ONG, Clara Arnal.
Son menores de 6 a 16 años, algunos de ellos en su primer viaje fuera de Ucrania. «Están muy ilusionados por ver a sus familias, pero también van con miedo porque saben la situación que les espera», afirma la responsable de la entidad en declaraciones remitidas a los medios.
En verano, estos niños y adolescentes podrán regresar a la Comunitat. La ONG espera poder traer dos autobuses con menores ucranianos para que también puedan disfrutar de «vacaciones en paz» acogidos por familias valencianas.
Paralelamente, un grupo de cuatro voluntarios de Juntos por la Vida, saldrán de viaje hacia Ucrania, a las ciudades de las que proceden estos niños, para continuar repartiendo ayuda humanitaria, visitar a las familias y ser testigos de la situación para «seguir contándolo». «No nos olvidemos de esta guerra sin ningún sentido, que parece no llegar a su fin, cuando ya se van a cumplir dos años desde la invasión rusa», reivindica la presidenta de la fundación.
Un grupo de 20 niños y niñas ucranianos y sus familias de acogida fueron recibidos este pasado jueves en el Ayuntamiento de València por la alcaldesa, Mª José Catalá. Seguidamente, la ONG organizó un encuentro de familias y menores en su sede de València con gastronomía ucraniana antes de su regreso a Ucrania.