La comunidad educativa del CEIP Tomás de Villarroya de València, especializado en alumnado con discapacidad motriz, denuncia los continuos problemas con el único ascensor del que disponen y exigen la instalación de un segundo elevador para que estos escolares puedan recibir su servicio educativo «sin discriminación».
El último episodio de esta problemática, que, según señalan se arrastra «desde hace 30 años», se produjo este lunes, cuando se averió el único ascensor del colegio. Como consecuencia, el alumnado del colegio está dando las clases en el patio o en el gimnasio, ya que la dirección del centro no ha querido separar a los estudiantes afectados de sus compañeros y compañeras y ha puesto mesas y sillas para todos, explica la Federación de asociaciones de madres y padres de alumnos de la provincia de Valencia (Fampa-València).
Además, aseveran que las familias llevan años reclamando la instalación de un segundo ascensor para que no haya que suspender las clases cuando se rompe el único que hay y para agilizar las entradas y las salidas a las clases.
«Ahora mismo tenemos 14 niños y niñas con movilidad reducida que necesitan hacer uso de este ascensor, como tienen que subir uno a uno porque el ascensor es de una plaza, no llegan a tiempo a la primera hora de clase o al patio. En el centro tenemos 44 plazas en total para este alumnado», afirman desde la AMPA.
En este sentido, la presidenta del colectivo de progenitores, Eva Garrido, ha reivindicado, en declaraciones a Europa Press Televisión, la necesidad de mejorar las dotaciones de este centro para evitar «la discriminación de estos alumnos, que no pueden gozar de lo mismo que el resto de alumnos».
Subidas y bajadas "eternas"
«Un ascensor se queda muy corto, ya que es pequeño y solo cabe una silla y un adulto. En los horarios de entrada y de salida, las subidas y bajadas son eternas. Entonces, un niño en esta situación no puede entrar a las nueve de la mañana a su clase, con lo cual no tiene las mismas condiciones de igualdad», ha lamentado.
La presidenta del AMPA ha recordado que llevan reclamado el segundo ascensor desde 2022 y «este verano parecía que iba a ir para adelante, pero, al final, por temas burocráticos y papeleos que faltan, está parado, y estamos en espera de que se instale».
En cuanto al elevador actual, ha recalcado que el curso pasado llegó a estar sin funcionamiento tres semanas. «Los alumnos (con dificultad motriz) tuvieron que estar abajo, con otros docentes, separados de sus grupos, y, claro, eso no es cumplir con un derecho fundamental, con la educación y la igualdad». A partir de ahí, apunta, se han registrado «varias averías más pequeñitas».
Desde el Ayuntamiento de València explican por su parte, que el lunes se dio el primer aviso de la avería, que fue arreglada por un técnico, pero el martes volvió a fallar y por cuestiones de seguridad se decidió dejarlo fuera de servicio e «inmediatamente» se solicitó la pieza necesaria para la reparación.
Desde este jueves --a primera hora de la mañana y última-- hay un técnico para manipular el ascensor y ayudar a los niños a subir con seguridad. Además, la pieza solicitada llegará a principios de semana (en principio el martes) y se prevé que los trabajos de reparación duren dos días.
Fuentes municipales recuerdan que el centro «lleva años pidiendo una solución» y defienden que el actual equipo de gobierno «ha actuado con máxima diligencia». En este punto, recalcan que la alcaldesa, María José Catalá, «se ha comprometido personalmente con el centro a solucionar estos problemas rápidamente».
"en contacto permanente"
El Ayuntamiento está «en contacto permanente» con la Conselleria de Educación, que adjudicó este verano «y tras años de petición por parte del centro la instalación del segundo ascensor».
Sobre el segundo ascensor, las mismas fuentes precisan que la empresa no ha solicitado licencia municipal y se ha trasladado a la Conselleria que con una declaración responsable la empresa puede iniciar los trabajos.