Las cerca de 600 pastelerías artesanas de la Comunidad de Madrid tienen previsto vender más de 2,8 roscones de Reyes, con los rellenos de nata y trufa como preferidos entre los madrileños.
De este modo, está previsto que se consuman 200.000 unidades más durante estas fechas que en el mismo periodo del año anterior y ello a pesar de que el precio subirá una media del 10%, según la Asociación de Empresarios Artesanos de Pastelerías de Madrid (ASEMPAS).
Desde el sector aseguran que pese a la subida de precio siguen sin poder aplicar al precio final del total de los costes de las materias primas --entre las que destaca el incremento en los precios de mantequilla y huevos--, costes laborales y la energía, viéndose así que vea mermado el beneficio de las empresas de pastelería artesana madrileña.
En cuanto a las tendencias de consumo, el sector apunta que se constata la creciente tendencia del consumidor por adquirir el roscón elaborado artesanalmente (sin conservantes, ni otros añadidos) y consumido horas después de su elaboración y su compra.
La adaptación a las nuevas tendencias de consumo sigue provocando en la pastelería artesana madrileña la venta de «medidas más pequeñas» para adecuarse a todo tipo de familias, de modo que las piezas de 500 gramos son las protagonistas.
Asimismo, también se opta por la reducción en la proporción de azúcar empleada y la elaboración de variedades para la población con intolerancias (sin gluten, sin lactosa). Igualmente, más de la población prefiere el roscón relleno de nata o trufa y también se aprecia los nuevos diseños en los roscones bañados.