Muchos pueblos y municipios de la Comunidad de Madrid lucen ya recreaciones del Belén, continuando así una de las tradiciones populares más arraigadas entre la población creyente en Navidad. En concreto, se cree que estas recreaciones se remontan 800 años atrás, al año 1223, momento en el que San Francisco de Asís creó el primer Nacimiento en la gruta de Greccio, Italia.
El inicio de esta costumbre en España podría situarse en el Belén napolitano que Carlos III inició para su hijo, el Príncipe de Asturias y futuro rey. Desde finales del siglo XX, este conjunto expuesto en el Palacio Real de Madrid se ha ido ampliando con figuras adquiridas en talleres tradicionales de Nápoles y otros elementos elaborados por el Departamento de Restauración de Patrimonio Nacional.
Pero en la región son muchos los lugares que se suman cada año a exponer sus recreaciones sobre el nacimiento de Jesús, algunas de ellas vivientes, en plazas, calles y otros parajes singulares como castillos o grutas.
Los belenes vivientes más pintorescos
Los vecinos de Buitrago del Lozoya llevan más de 30 años realizando una recreación teatral estática con más de 41 escenas bíblicas. El recorrido de este Nacimiento, declarado Fiesta de Interés Turístico, tiene lugar los días 16 y 17 de diciembre con 1.300 metros de representación a lo largo de la coracha, iglesia, murallas y casco antiguo del municipio, con diferentes escenas de los oficios y labores de la época.
El Molar también se prepara para celebrar la 15ª edición de su Belén Viviente en las bodegas de 'El Charcón' con la participación de más de 150 vecinos. En este enclave de la localidad se representan un total de 21 escenas de la época histórica del nacimiento de Jesús.
Por su parte, Colmenar de Oreja invita a vecinos y visitantes a un viaje en el tiempo hasta el momento del nacimiento de Jesús, a través de un montaje de decorados acordes a la época y un despliegue audiovisual que permitirá vivir en primera persona estos episodios bíblicos.
Otro de los puntos de la región que brilla de nuevo con luz propia será Manzanares del Real con su tradicional Belén Viviente en el histórico Castillo de los Mendoza, uno de los más emblemáticos de la Comunidad.
A ellos se unen otros Belenes vivientes tradicionales como los de los municipios de Colmenar Viejo, Getafe, Brunete, El Berrueco (23 y 30 de diciembre) o Chapinería (5 de enero).
Belenes monumentales abiertos hasta el 7 de enero
Además de los belenes vivientes, las distintas localidades e instituciones madrileñas han abierto las puertas de sus belenes monumentales en el mes de diciembre. Muchos de ellos permanecerán expuestos hasta después del día de Reyes, como el Belén tradicional de la Comunidad de Madrid en la Real Casa de Correos.
En esta línea, Torrejón de Ardoz expone su Nacimiento en la Avenida de la Constitución hasta el 8 de enero acompañado de una muestra de los belenes del Museo de la Ciudad. La recreación cuenta con 20 metros cuadrados y añade como novedad un guiño al mar de Galilea con niebla y un pequeño oleaje simulado.
Por su parte, el Belén Monumental de San Lorenzo de El Escorial, declarado Fiesta de Interés Turístico Regional, cumple 27 años siendo uno de los principales atractivos de las Navidades, con 6.000 metros cuadrados de montaje y más de 500 figuras a tamaño real.
San Sebastián de los Reyes expondrá hasta el 6 de enero su nacimiento en el Edificio Francisco Martín Moreno, con la figura de San Francisco de Asís como coprotagonista. Esta recreación, de 123 metros cuadrados, ofrece al visitante una experiencia inmersiva y cuenta con figuras del misterio como nueva adquisición de la Asociación local de Belenistas, que cada año añade nuevas imágenes a su colección.
En esta línea, Alcalá de Henares sigue celebrando su 25ª aniversario como Ciudad Patrimonio de la Humanidad con un Belén monumental en la antigua fábrica GAL de 250 metros cuadrados y 300 figuras, convirtiéndolo en uno de los más grandes de Madrid.
Un belén para los más aventureros
Para concluir este pequeño recorrido por los belenes de la Comunidad de Madrid es necesario incluir calzado cómodo y antideslizante, abrigo, una linterna y grandes dosis de aventura. El Valle de Navalmedio de Cercedilla esconde uno de los Nacimientos más singulares en las profundidades de una antigua mina de Wolframio.
Esta cueva tiene una única galería de 30 metros de profundidad y para llegar hasta allí es necesario realizar una pequeña excursión por la Pradera de Las Cortes. Durante los últimos años, excursionistas y montañeros se acercan durante las fechas navideñas para improvisar un pequeño portal de Belén bajo la montaña.