El Pleno del Parlamento Vasco ha aprobado este viernes, con el apoyo del PNV y el PSE-EE y el voto en contra de toda la oposición, los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Euskadi para el próximo año, que ascienden a 15.025,4 millones de euros y que serán los últimos de la legislatura.
La Cámara ha aprobado, de esta forma, gracias a la mayoría absoluta que suman las formaciones que integran el Gobierno autonómico (PNV y PSE-EE), las últimas cuentas aprobadas bajo el mandato del lehendakari Iñigo Urkullu, ya que que las próximas elecciones autonómicas tienen que celebrar en el primer semestre de 2024 y este no repetirá como candidato.
Los presupuestos ascienden a 15.025,4 millones de euros, lo que supone un incremento interanual de 774,7 millones de euros, es decir, un 5,4% más que el año pasado.
Las cuentas destinan un 76% de su importe total (10.934,4 millones de euros) a políticas sociales, cerca de 653 millones de euros más respecto al año anterior. Salud es el departamento con mayor presupuesto (4.896,6 millones de euros), y el 79% de dicha cuantía corresponde a Osakidetza.
En el transcurso del debate, la parlamentaria del PNV Alaitz Zabala ha asegurado que estos presupuestos «son el presente y el futuro de Euskadi», dado que «atienden lo importante de hoy, pero con perspectiva del mañana».
En este sentido, ha afirmado que las cuentas «continúan poniendo los mimbres del Euskadi del futuro», pero «sin hipotecar a la ciudadanía», por lo que ha lamentado «la falta de voluntad» de la oposición para llegar a un acuerdo.
"falta de coherencia"
Desde el grupo del PSE-EE, Ekain Rico ha recordado que todas las formaciones de la oposición presentaron enmiendas de totalidad a los presupuestos argumentando «una supuesta confrontación de modelos». En este sentido, ha censurado la «falta de coherencia» de estas formaciones por criticar la ausencia de una negociación, cuando «no hubo nunca una voluntad real de acordar».
Por parte de la oposición, Leire Pinedo (EH Bildu) ha denunciado que el Gobierno Vasco afrontó el proceso de negociación de las cuentas como «un trámite» y anunciando «la dificultad de acuerdo sin haber escuchado otras propuestas». Además, ha reprochado al Ejecutivo que haya optado por «no generar más ingresos y no utilizar todo el dinero disponible», pese a los «desafíos» que plantea la «degradación» de los servicios públicos.
"oportunidad perdida"
El parlamentario de Elkarrekin Podemos-IU David Soto ha explicado que su grupo que no ha tenido oportunidad de negociar estas cuentas, y ha manifestado que «no ha habido suficiente ambición por parte del Gobierno vasco para apostar por cambios fundamentales y necesarios», por lo que estos presupuestos son «una oportunidad perdida».
Desde el PP, Luis Gordillo ha planteado que los problemas que tiene Euskadi «no pueden esperar a la próxima legislatura», ya que la economía vasca «se está apagando». Además, ha criticado que estos presupuestos «no se adaptan a la coyuntura real y son continuistas».
Por parte del Grupo Mixto, Jose Manuel Gil (Cs) ha rechazado las cuentas porque son «un proyecto de construcción nacional», mientras que Amaia Martínez (Vox) ha afirmado que el presupuesto es «el reflejo de un modelo político en agonía».