El portavoz adjunto del PP en la Diputación Provincial de Zaragoza, Pablo Blanquet, ha insistido en pedir responsabilidades al presidente de la institución y secretario general de los socialistas zaragozanos, Juan Antonio Sánchez Quero, después de que se haya publicado que el exalcalde de Magallón, Víctor Chueca, ha sido condenado por acoso laboral a la directora de la residencia de la tercera edad del municipio.
«Nuestra pregunta es cuántas sentencias necesita el señor Sánchez Quero para dar la cara ante todos los vecinos del municipio y ante todos los zaragozanos», ha remarcado Blanquet, quien ha remarcado que debe «asumir su responsabilidad» y «su parte de culpa», aunque no ha concretado cómo. Ha considerado que «debe dejar de ser un prófugo de sus responsabilidades» tanto del PSOE de Zaragoza como de la DPZ y es «el único responsable» de que Víctor Chueca fuera alcalde de Magallón y diputado provincial entre 2019 y 2023.
Así, ha recordado que los hechos que ahora se han sentenciado eran «conocidos» desde 2022, cuando incluso dos diputados del PSOE acuden a Magallón a apoyar la formación de una nueva lista tras la dimisión en bloque de todos los concejales en la localidad, mientras el presidente provincial lo consideraba «un asunto interno».
Por ello, ha advertido de que los 'populares' zaragozanos van a seguir utilizando «todos los medios» y «todas las herramientas» a su disposición para solicitar la comparecencia de Sánchez Quero y que ponga a disposición de todos, «con transparencia, luz y taquífrafos», el relato de lo ocurrido, en un asunto que «huele a podrido».
«No nos va a callar Sánchez Quero, solicitamos un plan extraordinario en la diputación y monográfico sobre el asunto de Magallón para que diese explicaciones sobre este tema y nos lo han denegado», ha subrayado.
El representante del PP ha acusado al presidente de intentar desviar la atención con la convocatoria extraordinaria y urgente de una comisión para estudiar y aprobar los presupuestos de la DPZ.
Además, ha resaltado que Sánchez Quero nombró al entonces alcalde de Magallón diputado delegado de la Agenda 2030, que en su punto quinto reconoce «la igualdad entre hombres y mujeres y la ausencia de acoso en el ámbito laboral», por lo que ese nombramiento es «una falta de respeto».