El consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, ha indicado que está «buscando alternativas» para llevar a cabo el proyecto de unión de las estaciones de esquí de Astún, Candanchú y Formigal. Así lo ha indicado en las II Jornadas de Turismo, organizadas por Europa Press en Madrid.
«Estamos buscando alternativas para conseguir la unión de estaciones minimizando el efecto para el medio ambiente», por ejemplo «soterrando algunas instalaciones y provocando menos impacto hasta que las declaraciones sean positivas y se permita la realización», ha explicado.
El Gobierno autonómico, liderado por Jorge Azcón, es partidario de retomar el proyecto de unión de las estaciones de esquí de Candanchú y Astún con Formigal por el valle de Canal Roya, que el Ejecutivo autonómico de Javier Lambán desechó el pasado mes de abril al rechazarlo la Diputación de Huesca (DPH) y los ayuntamientos de Jaca y Sabiñánigo, oponiéndose también científicos y entidades sociales.
El consejero autonómico ha considerado que «hay que ser escrupulosos con la normativa», subrayando que «no siempre salen a la primera las decisiones políticas del Gobierno». Ha recordado que la unión de Astún y Candanchú «va hacia delante porque no tiene problema ambiental», pero la de Astún con Formigal «no salió cuando se quiso porque había un impacto ambiental relevante».
«Hay que luchar contra la estacionalidad de la nieve y por eso el Plan Pirineos lleva grandes inversiones en nieve y para mejorar aspectos básicos del Estado del Bienestar» en las comarcas pirenaicas, ha continuado Blasco.
Aumento del dominio esquiable
Asimismo, el consejero autonómico ha resaltado que «otras zonas de España y Europa no están paradas; Cataluña se mueve con velocidad, Andorra también y Aragón quiere aumentar su dominio esquiable», apuntando que representa el tres por ciento del territorio del Pirineo aragonés.
Por otra parte, ha aludido al fallido proyecto de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, con una candidatura conjunta de Aragón y Cataluña, pero que «fruto de los desencuentros no se celebrarán en España».