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El sector del juguete espera una campaña navideña con un ligero crecimiento del 2% en las ventas tras un año "complejo"

El sector del juguete espera registrar una campaña navideña con un ligero crecimiento del 2 por ciento en...

| Alicante |

El sector del juguete espera registrar una campaña navideña con un ligero crecimiento del 2 por ciento en las ventas, en una época que representa el 60% del total de las ventas anuales, tras un año «complejo» debido a la inflación y los conflictos internacionales.

Así lo ha explicado el director general de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), José Antonio Pastor, en declaraciones a Europa Press Televisión, quien ha indicado que este año que ahora acaba «no ha sido muy positivo», pero ha destacado que, aún así, cuando llega la Navidad el juguete se convierte en un bien «básico e indispensable».

En este sentido, ha incidido en que la campaña de Navidad en España «sigue siendo muy concentrada», puesto que se desarrolla «en tan solo unas tres semanas», lo que hace que el mercado nacional sea «el más estacional de la Unión Europea».

Así, ha apuntado que la semana de Reyes es la que puede hacer «crecer o decrecer un 1%» con respecto al ejercicio de todo el año, dependiendo de «si va bien o mal» el volumen de ventas en esos días. «Nos lo jugamos todo en unas pocas semanas», ha afirmado.

La campaña de Navidad es «fundamental» para un sector juguetero que ha tenido que hacer frente a varias crisis desde la aparición de la pandemia de coronavirus en 2020, seguida de una importante crisis de suministros, hasta el actual contexto inflacionista y de conflictos bélicos en Europa y Oriente Próximo.

«Vivimos en un mundo globalizado y cualquier cosa en cualquier parte del mundo te puede paralizar el comercio mundial. Situaciones que no se pueden prever y que dificultan mucho la gestión en sectores tan estacionales como el nuestro, en los que estás fabricando y almacenando todo el año para venderlo en muy pocas semanas», ha comentado Pastor.

La subida de precios es otro de los factores que marca la campaña navideña de 2023 en el sector juguetero, un año que los fabricantes califican de «complejo». «Estamos intentando adaptarnos a la nueva realidad del mercado porque las circunstancias son las que son y hemos ido adaptando nuestra producción a este nuevo escenario», ha explicado por su parte el consejero delegado de la marca de juguetes Injusa, ubicada en la localidad alicantina de Ibi, Luis Verdegal.

Desde AEFJ cifran el índice de precios al consumo (IPC) del juguete del mes de octubre en una subida de un 0,8%, frente a los datos del IPC general que llega hasta un 3,4%, por lo que estaría «muy por debajo del resto del mercado».

Aún así, desde el sector afirman que han tenido que hacer «esfuerzos para contener la subida de precios» y ofrecer un producto competitivo en un contexto económico «difícil» para la familias, y así fomentar que «ningún niño se quede sin sus juguetes bajo su árbol de Navidad».

Por ello, han remarcado que en estas fechas los juguetes se convierten en un bien «básico, indispensable y necesario» en hogares donde hay niños. Algo que puede ayudar a mover el consumo e incrementar ligeramente las ventas en las últimas tres semanas de campaña, en la que solo en la semana de Reyes puede acumular el 10% de las ventas anuales.

"es un año de aguantar y enfrentar 2024 con más ganas"

En la fábrica de juguetes Injusa, en Ibi, aseguran que la campaña de Navidad de este año se está retrasando «mucho más» con respecto a años anteriores, a lo que se suma unas ventas contraídas debido a un presupuesto menor entre las familias que les aleja «mucho» de niveles de ventas prepandemia.

«Para nosotros no es viable aplicar la subida de precios a nuestros productos porque las ventas caerían sustancialmente. Lo que intentamos hacer es, de algún modo, optimizar mucho más nuestros procesos para intentar mantener el precio o que la subida sea mínima», ha explicado el consejero delegado de Injusa.

Por lo que ha considerado que este año es un ejercicio «de aguantar, de acabar lo mejor posible y enfrentar el 2024 con más ganas y con más productos», ha comentado Verdegal, al tiempo que ha señalado que su empresa exporta «el 80% de todo lo que lo que fabrica», en países donde «no están exentos de la situación actual».

El sector del juguete ha notado una tendencia de consumo «muy retraída» en países de la Unión Europea, como Francia, Alemania y Reino Unido, así como en Estados Unidos. Un comportamiento que puede hacer que las exportaciones «acaben en un 2% o un 3% en negativo», según ha apuntado el director general de AEFJ.

Juegos 'kidults' y sostenibilidad

Este año se mantiene la tendencia de ventas de muñecas, un «clásico» de las Navidades en el mercado español, seguido de los juegos de construcciones y los juegos de mesa, que mantienen su posicionamiento en el mercado tras la pandemia. «Parece que hemos redescubierto el placer de jugar en familia», ha afirmado Pastor.

En este sentido, uno de los segmentos de población, los 'kidults', juegos orientados a personas adultas que «siguen siendo niños», mantiene su tendencia al alza y ya representa el 25% del total del mercado de España.

Respecto al impacto medioambiental, desde la AEFJ han puesto en valor «los esfuerzos para adaptarse a todas las legislaciones», desde los procesos de embalaje y los materiales empleados, puesto que se han mostrado «muy conscientes» de que «no hay un planeta B».

«Está muy interiorizado, y en el ADN del sector, la sostenibilidad en todos los sentidos por lo que estamos realizando campañas para reciclar y compartir juguetes para que tengan una segunda vida», ha recalcado Pastor.

Así, el sector sigue investigando la manera de disminuir el impacto medioambiental de sus productos y en el caso de Injusa, desde hace un año y medio, ya han empezado a fabricar juguetes que incorporan una mezcla de plástico y cáscara de almendra.

Sin embargo, desde esta empresa alicantina han asegurado que pese a que hay una demanda creciente de este tipo de productos, eso luego no se traduce en las ventas porque «al final este tipo productos conllevan una serie de inversiones y un incremento en el precio». «De cara a la galería hay mucha preocupación por la sostenibilidad, pero cuando en una tienda tienes que pagar más por un producto sostenible, pues la venta se contrae», ha señalado Verdegal.

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