La cooperativa de ambulancias La Pau ha denunciado que lleva varios meses sufriendo «una huelga encubierta» por una parte de la plantilla que está provocando «alteraciones constantes» en los servicios, lo que obliga a «un esfuerzo redoblado» para evitar retrasos que repercuten directamente en las y los pacientes.
En un comunicado, ha asegurado que esta «huelga encubierta» se está produciendo mediante un aumento del absentismo laboral superior al 25% del total de la plantilla y un «exceso injustificado» de celo profesional.
Junto a ello, ha denunciado que continúan los atentados a las ambulancias, con pinchazos esta mañana en Leioa y Getxo, siendo ya 169 las saboteadas.
Asimismo, han trasladado, hay intentos de demorar el servicio «intencionadamente (injustificados e injustificables)» por una parte de los trabajadores, lo que «afecta gravemente la calidad y eficiencia» de nuestros servicios en Bizkaia y Álava.
Tras indicar que, por su parte, vuelve a ofrecer diálogo para intentar llegar a un acuerdo, La Pau ha asegurado que la razón de que una parte de la plantilla esté llevando a cabo esta «huelga encubierta» es el «escaso seguimiento» (menos del 30%) por parte de los
trabajadores de las dos huelgas convocadas hasta ahora por los sindicatos.
Absentismo
La cooperativa ha señalado que, en las últimas semanas, han observado un «aumento significativo» del absentismo laboral, alcanzando una cifra superior al 25% del total de la plantilla y que reconoce el propio presidente del comité de empresa de Transporte Sanitario No
Urgente de Bizkaia.
"Este nivel de absentismo es casi el triple de la media del conjunto
de la cooperativa y del sector, sin que se pueda achacar a un cambio de las condiciones de trabajo, e implica el intento de impedir el normal desarrollo de los servicios programados y los urgentes con el único fin de presionarnos para ceder ante sus pretensiones", ha añadido.
La Pau ha asegurado que este «incremento inusual» ha estado acompañado por un «exceso injustificado» de celo profesional por parte de algunos miembros del equipo, lo cual ha generado «interferencias en la atención». Asimismo, ha afirmado que se han registrado intentos de retrasos «intencionados» en la respuesta a servicios, «poniendo en peligro la comodidad, la salud y la seguridad de los pacientes».
Además, ha denunciado que se han enfrentado a «sabotajes directos» a sus ambulancias, comprometiendo «la integridad de los equipos y poniendo en riesgo la vida de quienes requieren asistencia médica urgente».
En concreto, ha indicado que, tras los pinchazos a tres ambulancias esta mañana en Leioa y Getxo, ya son 169 las ambulancias saboteadas (incendios, pintadas, roturas de lunas, cinturones de seguridad cortados y pinchazos) desde el pasado mes de septiembre «con los problemas y trastornos» que están provocando a los pacientes, además, «obviamente, de los daños materiales ocasionados, y de acciones vandálicas contra vehículos particulares de otros trabajadores que están sufriendo amenazas».
En concreto, hace unas semanas, las ruedas de 45 ambulancias
eléctricas de la cooperativa de ambulancias La Pau fueron pinchadas en la explanada superior de su base de Zorrotza en Bilbao y, durante los tres días de la huelga de noviembre, fueron saboteados 32 vehículos y dos ambulancias fueron apedreadas mientras transportaban a pacientes.
En este sentido, se han dirigido nuevamente a los sindicatos -«hasta ahora, sin éxito»- para que condenen estos actos vandálicos que «solo van en perjuicio de la ciudadanía».
«Cada ambulancia que es saboteada son retrasos y problemas para los pacientes. Además, en esta ocasión, los sabotajes han supuesto poner en riesgo la integridad y la salud de los pacientes que trasladamos en las ambulancias», ha añadido.
Por ello, ha condenado enérgicamente estas acciones que atentan contra la «esencia misma» de su labor, que está enfocada "en proporcionar atención sanitaria de calidad de manera oportuna, comprometidos con la seguridad y el bienestar de la comunidad a la
que servimos.
"A pesar de estas dificultades, queremos dejar claro nuestro firme compromiso con el diálogo y la búsqueda de soluciones y hacemos un llamamiento a los representantes de los trabajadores a recuperar un diálogo constructivo y que se dejen, de una vez por todas, coacciones y
amenazas hacia propios compañeros que se están viendo señalados
públicamente, únicamente, por querer trabajar", ha indicado.
La Pau espera que, a través de un «entendimiento mutuo», se pueda superar esta situación y continuar "brindando un servicio vital para la
comunidad. Por último, confía en que, con la colaboración de todos, se logren resolver las «discrepancias y restaurar la normalidad» y, tras agradecer la comprensión de la ciudadanía, se reafirma en "su compromiso inquebrantable con la prestación de servicios de emergencia
médica de la más alta calidad".