La ley de amnistía y sus efectos volverá a protagonizar este lunes un Pleno extraordinario del Ayuntamiento de Madrid, el segundo en menos de un mes, esta vez solicitado por Más Madrid y PSOE.
La izquierda busca que todos los grupos políticos "manifiesten la condena pública ante los actos violentos en la ciudad de Madrid, tanto delate de la sede del PSOE en Ferraz como en las Casas del Pueblo y en el Congreso de los Diputados.
Más Madrid y PSOE buscarán asimismo que las formaciones políticas «muestren absoluto respeto por los resultados de las elecciones generales del 23J y por las decisiones del Parlamento español, la democracia y la Constitución».
El Grupo Municipal Popular ha presentado una enmienda de adición con dos puntos, «respetar la libertad de expresión y de manifestación de los madrileños» y «condenar la corrupción institucional que supone que el Gobierno de la Nación intercambie impunidad por apoyos parlamentarios en el Congreso».
Críticas a la hora y el día
Los socialistas y Más Madrid han criticado tanto la hora elegida --a las 16 horas, lejos ya de cualquier posibilidad de que la sesión entrase en la escaleta de los informativos--, como la fecha --en plena semana del puente de la Constitución y en el último día que tenía el Gobierno para convocarlo--.
El Pleno de este lunes, sin embargo, fue solicitado antes del celebrado el pasado 17 de noviembre, convocado a instancias del PP, ha destacado la izquierda. El PP liderado por José Luis Martínez-Almeida adelantó el extraordinario convocado para mostrar «el total apoyo de la ciudad a la Constitución española y a los principios esenciales de la democracia, el absoluto rechazo del Ayuntamiento al al acuerdo alcanzado por el PSOE y Junts, además de la oposición a los acuerdos con Bildu y ERC».
Fue un Pleno bronco con dos grandes protagonistas, el alcalde Almeida y la portavoz socialista, Reyes Maroto. El regidor acusó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, certificar con sus pactos la «quiebra de la igualdad» entre españoles y reprochó su entrega a un proyecto «desgarrador» de la democracia y del Estado de derecho.
«Ya no todos los españoles somos iguales. Si unos se llaman Otegi, Puigdemont, Junqueras, Maestre o Maroto están por encima de los que nos llamamos de cualquier otra manera. Si uno se llama Otegi, Puigdemont, Junqueras, Maestre o Maroto pueden saltarse la ley, incumplir la ley y violar las reglas esenciales de nuestra democracia», censuraba Almeida en su intervención.
Sales de frutas
Martínez-Almeida incluso recomendó a Maroto tomar «sales de frutas» porque estaba «muy nerviosa» y comparó a la líder de Más Madrid, Rita Maestre, con Teresa de Calcuta por su «tono conciliador» mientras criticaba que estuviera «escandalizada por los gritos que se oyen en Ferraz». «También hay gritos que yo desde luego no comparto. Pero le digo una cosa, yo nunca he gritado en mi vida 'arderéis como en el 36', 'ni menos rosarios y más bolas chinas'», expresaba.
La portavoz socialista, Reyes Maroto, contestó a Almeida con la foto del Pacto del Majestic, firmado por Jordi Pujol y José María Aznar «cuando hablaba catalán en la intimidad», para acusar al PP de «complicidad con la ultraderecha».
A Almeida y su partido les acusó de «no aceptar ni la Constitución ni los resultados electorales cada vez que no gobiernan y esto es muy grave para la democracia». «Piden una repetición electoral porque el gobierno es ilegítimo pero hace cuatro años usted llegó a la Alcaldía después de perder las elecciones. ¿Es, por lo tanto, un alcalde ilegítimo? ¿Es Isabel Díaz Ayuso una presidenta ilegítima?», le preguntó al 'popular'.
Con la vista puesta en las bancadas de PP y Vox, Maroto describió a «un viejo enemigo que llevaba décadas disfrazado dentro del PP y que ahora se muestra sin ninguna vergüenza, con toda su crudeza, la ultraderecha española, nostálgica del franquismo y alumna aventajada de los predicadores que llegan de personajes como Trump o Bolsonaro», la misma que «ha decidido recorrer el camino de la violencia callejera para lograr sus objetivos políticos».
Reprobación fallida a sánchez
El Pleno ordinario de Cibeles celebrado este martes estuvo marcado por la política nacional más que por la local. Vox, con Javier Ortega Smith, elevó dos proposiciones, una pidiendo el cese del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, y otra planteando la reprobación del presidente Sánchez.
Abstención fue la postura del PP ante el cese pedido de Martín, aunque coincidieron con Vox en la «nula capacidad de gestión» del delegado. Igual sentido del voto tuvieron para la reprobación de Sánchez, que tampoco salió adelante, aunque el concejal 'popular' David Pérez, coindidía en que el PSOE tiene «poco amor a España y muy poco respeto a los españoles anteponiendo, de una forma vergonzosa, indigna, injusta e inmoral, sus intereses partidistas y sus ambiciones políticas al interés general de España».
«Sánchez es un peligro para la unidad nacional, para la Corona que la representa, para la ley y para el Estado de Derecho, es un peligro para la convivencia entre los españoles y atenta su actuación claramente al principio de la soberanía nacional porque da carta de naturaleza a un posible referéndum», replicaba Ortega Smith.
El líder municipal de Vox también puso en la diana de sus críticas al PP después de la abstención en las dos mociones. «Dejen de ser gallinas», les espetaba. «Aunque pongan huevos, no los tienen», lanzó a la bancada 'popular'.