Más de la mitad de los nuevos diagnósticos anuales de VIH en Euskadi son «tardíos», es decir, se realizan cuando el sistema inmunitario «ha sufrido ya un daño relevante», por lo que es prioritario un diagnóstico precoz porque «cuanto antes diagnostiquemos que existe la infección antes seremos capaces de tratarlo», según ha manifestado este lunes la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.
Sagardui, acompañada del presidente de Euskalsida, Marco Imbert, y del presidente del Consejo de Farmacéuticos del País Vasco, Juan Uriarte, ha comparecido este lunes en rueda de prensa en Bilbao para informar sobre la situación del VIH en Euskadi y las acciones que se están desarrollando en el marco del Plan Estratégico de Prevención y control de la infección por el VIH y otras infecciones de transmisión sexual 2022-2030.
La consejera ha señalado que, un año más, el 1 de diciembre, 'Día Mundial del Sida', se convierte en «una oportunidad para recordar que, pese a los grandes avances logrados, el VIH sigue siendo un problema de salud sin resolver».
La consejera ha recordado que ONUSIDA estableció como objetivo para el año 2020 la meta denominada «90-90-90», es decir, «que el 90% de las personas con infección por el VIH conocieran su estado serológico, que el 90% de las personas diagnosticadas estuvieran recibiendo tratamiento antirretroviral, y que el 90% de las personas en tratamiento tuvieran carga viral indetectable».
Posteriormente, ha apuntado, ONUSIDA elevó esa meta al «95-95-95» para el año 2023 y le añadió el denominado «cuarto 95», que consiste en garantizar que las personas que viven con VIH puedan disfrutar de una buena calidad de vida.
Ahora, ha indicado, ONUSIDA ha abierto un horizonte estratégico que es también «un marco esperanzador, con el objetivo de poner fin a la epidemia de VIH para el año 2030».
Sagardui ha señalado que el camino que ONUSIDA marca para lograr este objetivo es el de la «prevención combinada del VIH, que consiste en combinar intervenciones biomédicas, comportamentales y estructurales». En esa línea, ha precisado, se sitúa el Plan Estratégico de Prevención y control de la infección por el VIH y otras infecciones de transmisión sexual 2022-2030, puesto en marcha por el Departamento de Salud y Osakidetza.
Los objetivos definidos en este plan son promover la prevención combinada del VIH y otras infecciones de transmisión sexual, que consiste en combinar intervenciones biomédicas, comportamentales y estructurales; promover su diagnóstico precoz; promover el tratamiento temprano y el manejo de la cronicidad de la infección por VIH; y mejorar la calidad de vida de las personas con VIH, garantizando la no discriminación.
La consejera de Salud ha destacado que, a través de las acciones desarrolladas en el marco de este plan, Osakidetza atendió el pasado año con tratamientos antirretrovirales a un total de 6.273 pacientes, con un gasto de cerca de 18 millones de euros, un 5,5% más que en 2021.
Además, a través del programa de Profilaxis preexposición al VIH (PrEP), en los tres años desde su puesta en marcha se ha tratado de forma preventiva a 674 personas.
Sagardui ha remarcado que «el esfuerzo preventivo se extiende también a los centros educativos o mediante campañas específicas» como la desarrollada este verano para promover el uso del preservativo.
No obstante, ha admitido, «no todos son avances», sino que, como constata el centro europeo para la prevención y control de las enfermedades, «quedan todavía importantes retos que resolver en nuestro entorno», entre los que ha señalado el diagnóstico precoz. En ese sentido, ha dicho que, según los datos que facilita el sistema de vigilancia epidemiológica, en el conjunto del Estado un 7,7% de las personas con infección por VIH no están diagnosticadas.
Por ello, ha señalado la necesidad de «trabajar para reducir ese porcentaje y lograr la meta marcada por ONUSIDA de que para el año 2025 el 95% de las personas con VIH estén diagnosticadas».
El diagnóstico del VIH tiene, además, según ha subrayado Sagardui, una segunda vertiente, la del diagnóstico tardío, ya que, «al igual que ocurre en el resto de Europa, más de la mitad de los nuevos diagnósticos anuales de VIH en Euskadi son tardíos, es decir, se realizan cuando el sistema inmunitario ha sufrido ya un daño relevante».
Según ha apuntado, el pasado año se diagnosticaron 127 nuevos casos de VIH, frente a los 119 detectados en 2021, cuando hubo un cambio de tendencia «al alza». En cuanto a 2023, ha adelantado que la cifra puede ser «previsiblemente mayor», por lo que ha insistido en la prevención como «elemento fundamental para poder preservar» la salud individual y también la colectiva, así como en el diagnóstico precoz porque «cuanto antes diagnostiquemos que existe la infección antes seremos capaces de tratarlo».
La consejera de Salud ha reiterado asimismo la necesidad de combatir «el estigma y la discriminación que, todavía hoy en día, afectan injustamente a las personas que viven con VIH, lo que provoca a su vez dificultades para acceder al diagnóstico por los prejuicios y tabúes que, lamentablemente, persisten en nuestra sociedad».
Test rápido en farmacias
Por su parte, el presidente del Consejo de Farmacéuticos del País Vasco, Juan Uriarte, ha resaltado la eficacia del programa de test rápido de VIH en farmacias, experiencia «pionera» en Europa que comenzó en marzo de 2009, de la mano del Plan del Sida, el Departamento de Salud y los Colegios de Farmacéuticos de Euskadi.
Este programa se lleva a cabo en 60 farmacias de Euskadi (9 en Álava, 19 en Gipuzkoa y 32 en Bizkaia), mejorando la accesibilidad de esta prueba a toda la población y convirtiendo así a las farmacias comunitarias en un complemento a los recursos de la propia Osakidetza.
Según los datos aportados por Uriarte, desde su inicio en 2009 hasta septiembre de este año, el programa ha posibilitado la realización de 32.694 test rápidos de VIH, de los cuales un 0,7% (224) han sido nuevos resultados positivos. En cuanto al perfil de los usuarios, un 75% son hombres y un 24,7% mujeres, con una media de edad de 36,7 años.
Euskalsida
Asimismo, Marco Imbert, presidente de Euskalsida, plataforma que reúne a las ONG vascas que trabajan en este ámbito, ha incidido también en la importancia de «la reducción de riesgos y del autocuidado en nuestras prácticas sexuales» con el objetivo de «poder vivir una sexualidad saludable, respetuosa y placentera».
Imbert ha recordado que el pasado año se detectaron en Euskadi 127 casos nuevos diagnosticados de VIH, de los que el 57,5% fueron de diagnostico tardío, «es decir de personas que se han enterado de su diagnóstico a la vez de la presencia de alguna patología». Por ello, ha reiterado la necesidad del diagnóstico precoz en VIH e ITS.
En ese sentido, ha invitado a la población sexualmente activa a incorporar el chequeo regular con pruebas diagnósticas frente al VIH e ITS, «como una estrategia más de autocuidado», porque «la importancia del diagnóstico se traduce en un rápido acceso a la atención sanitaria, al control médico, al tratamiento y a un control del virus». «La única manera de cuidarse frente a las enfermedades de transmisión sexual es acceder a un diagnóstico», ha insistido.
Al mismo tiempo, ha reiterado el compromiso de Euskalsida y las ONG que la conforman de trabajar y velar por las personas que viven con VIH, sus derechos y sus necesidades, frente «a la nueva realidad del VIH, la cronicidad, el envejecimiento y la calidad de vida de nuestro colectivo».