La Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla tiene previsto celebrar este lunes un juicio, contra dos personas para las cuales la Fiscalía reclama diez años de cárcel para cada una de ellas, por la localización en su domicilio de Alcalá de Guadaíra de diferentes cantidades de cannabis, cocaína y heroína, una pistola de señales y 44 cartuchos.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, recogido por Europa Press, los acusados son José Manuel S.H. y Noelia D.N., ambos con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia y quienes «se venían dedicando desde su domicilio en la calle Tonelero de Alcalá de Guadaíra a la venta de sustancias» estupefacientes.
La Fiscalía detalla que merced a las denuncias de vecinos, la Policía Nacional organizó un dispositivo de vigilancia en torno a dicha vivienda durante varios días de enero de 2022, interceptando a once personas que portaban hachís, cocaína y heroína tras salir de la vivienda de los acusados, «manifestando haber adquirido» las sustancias a los moradores del inmueble.
Dado el caso, el 20 de enero de 2022 fue acometido un registro autorizado por un juzgado, siendo descubiertos dentro de la vivienda diferentes cantidades de escaso peso de cannabis y heroína, así como, un «trozo de pastilla» de cocaína y restos de dicha sustancia en una cuchara, un cuchillo y otros utensilios, entre otros aspectos.
En el interior de la vivienda fue decomisada además una caja fuerte, que contenía una pistola semiautomática Walther P22 «de alarma y señales, no capacitada para el disparo de cartuchos que montan balas», un «arma prohibida si se utiliza para usos distintos a las actividades deportivas, el adiestramiento canino profesional, espectáculos públicos, rodajes de cine o coleccionismo».
En la caja había además 54 cartuchos de diferentes características, según detalla el escrito de acusación de la Fiscalía, que achaca a los dos inculpados un primer delito contra la salud pública de sustancias que no causan grave daño, otro delito similar por sustancias que sí causan un grave daño y un tercer delito de tenencia de arma prohibida, reclamando un total de diez años de cárcel para cada uno de los dos encartados, así como sendas multas de más de 70.000 euros.