El secretario de Política Municipal del PSOE y vicepresidente primero del Congreso de los Diputados, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha apuntado este viernes que el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «mandató» al secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, «antes de las elecciones municipales» del pasado mes de mayo «para que empezara a mantener contacto ya con Junts para intentar, de algún modo, paliar las grandísimas diferencias, no sólo políticas que siguen existiendo hoy, sino también incluso personales» entre ambas formaciones, porque «casi ni nos hablábamos en los pasillos del Congreso».
«Y eso se fue limando poco a poco desde aquel entonces», ha añadido Alfonso Rodríguez Gómez de Celis en una entrevista en Canal Sur Televisión, recogida por Europa Press, en la que ha valorado la «audacia que ya se le conoce al presidente» Pedro Sánchez al hilo de esas conversaciones que, según ha confirmado, ordenó iniciar con Junts antes de los comicios de mayo.
No obstante, el secretario de Política Municipal del PSOE ha augurado una relación «dura, difícil, compleja» entre su partido y Puigdemont durante la recién iniciada legislatura, aunque Junts haya apoyado la investidura de Sánchez en virtud del pacto suscrito entre ambas formaciones.
Celis ha apuntado que el expresidente catalán «no es un actor político sencillo», y en Junts «tienen unos planteamientos absolutamente distantes a los que nosotros tenemos». «Ellos entienden que Cataluña se debe independizar de España, y nosotros (los socialistas) vamos a trabajar siempre para que España esté unida», ha añadido el secretario de Política Municipal del PSOE antes de apostillar que «con esa complejidad y distancia abismal» habrá que «conformar los tiempos que nos vienen».
Además, Gómez de Celis ha reivindicado al PSC como «la primera fuerza política en Cataluña» ahora mismo, y ha subrayado que lo que pretende la dirección del PSOE es que «se afiance la defensa de la Constitución en Cataluña como viene afianzándose desde que los socialistas comenzamos con la senda del diálogo», porque lo que «existía con el Partido Popular» en el Gobierno era «una confrontación total entre los pueblos y los partidos», según ha agregado.
«Nosotros lo que queremos es convencer a los catalanes, al resto de los españoles, de que el diálogo, la convivencia, la concordia, la paz social es fundamental para que los pueblos avancen», y «lo hemos conseguido hasta este momento, siendo la primera fuerza política en Cataluña, y lo que pretendemos es que en las próximas elecciones catalanas el presidente de Cataluña sea Salvador Illa», ha manifestado el dirigente del PSOE.
Preguntado por la posible vuelta de Puigdemont a España desde Bélgica una vez que se aplique la amnistía acordada entre el PSOE y partidos independentistas catalanes para encausados por el 'procés', Gómez de Celis ha respondido que «será un elemento más», y ha augurado que ese regreso supondrá, «probablemente para toda España, un momento álgido de la situación política en España».
No obstante, ha remarcado que Puigdemont «era un actor» ya «presente» en la política española «aunque no estuviera físicamente en nuestro país», y ha estado «muy presente cotidianamente en el imaginario colectivo», de modo que «seguirá actuando como tal», según ha augurado.
También ha indicado que los socialistas «no llevábamos la ley de amnistía en nuestro programa» electoral con el que concurrieron a las elecciones del pasado 23 de julio «ni la teníamos en la cabeza», pero «cuando la ciudadanía vota, la democracia se concreta en el Congreso de los Diputados» y «tenemos que llegar a acuerdo con otras fuerzas políticas».
«Porque la alternativa» a una mayoría como la que ha respaldado la investidura de Sánchez «era que gobernara el PP y el vicepresidente» del Gobierno «fuera (Santiago) Abascal», el líder de Vox, según ha añadido antes de indicar que él se echa «a temblar pensando en Abascal como ministro del Interior, por ejemplo, ya no sólo como vicepresidente», y cree que «gran parte de la ciudadanía española también».
"complejidad" de la nueva legislatura
Respecto a lo que espera de la nueva legislatura, Gómez de Celis ha comentado que el PSOE la afronta con «la misma complejidad política» que ha marcado la anterior, en la que ya hubo «una pluralidad» de partidos políticos pese a la cual «sacamos adelante 200 leyes», según ha puesto de relieve antes de agregar que «ahora lo haremos con la misma complejidad política, e intentaremos hacerlo pensando en los trabajadores en primer lugar».
No obstante, ha dado por hecho que tanto Junts como ERC «van a intentar por todos los medios trasladar sus posiciones como posiciones prioritarias», y «también» Coalición Canaria puede intentarlo aunque sólo tenga una diputada en el Congreso, dado que con su única parlamentaria «se pueden conformar mayorías incluso con el voto negativo de Junts», según ha continuado Gómez de Celis.
En todo caso, el vicepresidente del Congreso ha puesto de relieve que en la anterior legislatura fue «el PP el que nos aprobó (al Gobierno socialista) más decretos leyes», más «que ningún otro partido», y en esta legislatura habrá que ir «caso a caso, ley a ley, norma a norma» en busca de los apoyos necesarios para sacar las iniciativas adelante, ha añadido.
Por otro lado, sobre la composición del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, el dirigente socialista ha subrayado que es «estricta competencia» del presidente el nombramiento de sus ministros, y en todo caso se ha declarado «seguro de que Andalucía estará muy bien representada» en el nuevo Ejecutivo.
"macarrismo" de ayuso
Por otro lado, a preguntas de los periodistas en la entrevista sobre el comentario que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, realizó para sí en la tribuna de invitados del Congreso mientras asistía el pasado miércoles a la primera sesión del debate de investidura de Pedro Sánchez, Gómez de Celis ha opinado que «identifica bien la forma de ser de esta mujer».
En la primera sesión del debate de investidura, Sánchez afeó al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que su antecesor en el cargo, Pablo Casado, alertase «sobre un posible caso de corrupción por parte de la presidenta de la Comunidad» y su respuesta fuese «evacuar al señor Casado en un golpe de mano y echar por tierra ese caso de corrupción». Ayuso, que estaba sentada en la tribuna, al escucharlo reaccionaba con unas palabras que varios diputados del PSOE han interpretado como un insulto ('hijo de puta') a Sánchez.
En un primer momento, desde el equipo de la presidenta ironizaron con que lo que había dicho era «me gusta la fruta» pero posteriormente señalaron que las acusaciones eran «una ignominia y una cobardía» y que la respuesta, «dicho para sí misma», es «lo mínimo que se merece».
«Creo que la identifica en una posición prácticamente de nula institucionalidad», ha añadido este viernes sobre el comentario de la presidenta madrileña el vicepresidente primero del Congreso, que ha sostenido que Ayuso es «una mujer más del macarrismo político que de la institucionalidad», si bien ha apostillado que «lo más grave no fue aquello» que dijo en el Congreso, sino «decir que España vive en una dictadura».
Eso «sí que es grave, porque detrás de esas palabras vienen acciones posteriormente que estamos sufriendo los socialistas en nuestras sedes», según ha considerado el vicepresidente del Congreso, quien, además, ha defendido que lo que dijo Pedro Sánchez en relación a Ayuso durante su debate de investidura fue «ni más ni menos que reproducir» lo que el entonces presidente del PP Pablo Casado «le dijo a Carlos Herrera» en una entrevista radiofónica.