Uno de cada cuatro personas de 15 o más años en la Comunitat Valenciana padecen dolor o malestar que afecta a su calidad de vida, según se desprende de resultados de la Encuesta de Salud de la Comunitat Valenciana 2022, que ha hecho pública la Conselleria de Sanidad.
La recogida de datos de la encuesta se ha llevado a cabo entre los meses de mayo y diciembre de 2022, con un total de 9.797 entrevistas realizadas a personas de 15 o más años y de 1.591 correspondientes a personas menores de 15 años, ha indicado la Generalitat en un comunicado.
Entre los principales resultados de esta encuesta, que se realiza de forma periódica, destaca que el 78 % de la población adulta de la Comunitat Valenciana ha valorado positivamente su estado de salud. En concreto, por sexos, el 81,3% de los hombres y 74,7% de las mujeres.
Desde 2005, la evolución de la población de 15 y más años que valora favorablemente su estado de salud ha sido creciente, tanto en hombres como en mujeres, aunque la percepción de buena salud es siempre mejor entre ellos.
Esta evolución positiva se ha producido en todos los grupos de edad, sobre todo entre los 65 y los 74 años, donde el incremento alcanza 15,8 puntos porcentuales, así como entre los 75 y 84 que es de 11,3 puntos.
Por otra parte, según los resultados de la encuesta, vivir más años está asociado a padecer enfermedades crónicas o de larga evolución y esta opinión aumenta con la edad, de manera que alcanza el 76% de las personas de 65 y más años de la Comunitat Valenciana.
Aumento factores riesgo cardiovascular
Se observa un aumento de los principales factores de riesgo cardiovascular metabólicos: hipertensión arterial, colesterol elevado y diabetes. Sin embargo, hay una tendencia descendente en algunos problemas osteoarticulares: artrosis, dolor de espalda lumbar y cervical que, por otro lado, predominan entre las mujeres.
Las limitaciones funcionales graves aumentan considerablemente con la edad, especialmente a partir de los 75 años, alcanzando al 13% de este grupo de población.
La calidad de vida relacionada con la salud ha ido evolucionando positivamente y de manera constante desde 2005, pasando de una puntuación media de 72,6 sobre 100 en 2005 a 77,4 en 2022.
En relación con la dimensión que más afecta la calidad de vida, la presencia de dolor/malestar alcanza a 1 de cada cuatro personas de 15 o más años y en mayor proporción a las mujeres que a los hombres.
En la población menor y adolescente la opinión sobre la calidad de vida relacionada con la salud es alta, 87,7 puntos de media sobre 100, sin diferencias en función del sexo.
También existe una creciente necesidad de apoyo y atención social a domicilio conforme aumenta la edad y especialmente en las mujeres, alcanzando al 25% de las personas de 85 y más años que lo requieren, fundamentalmente como ayuda en las tareas domésticas, para el aseo y cuidado personal y para el servicio de teleasistencia.
Sobrepeso y obesidad
El exceso de peso, que abarca tanto sobrepeso como obesidad, continúa representando uno de los principales problemas de salud pública, a pesar del ligero descenso observado desde 2010. Afecta al 30% de la población infantojuvenil (2 a 17 años) con mayor prevalencia en el sexo masculino (32,8% de los chicos frente al 26,1% de las chicas).
Mientras las diferencias en sobrepeso no son destacables (15,7% chicos y 16,5% chicas), sí lo son las de obesidad (17,1% chicos y 9,6% chicas).
Entre las personas de 18 y más años, el 34,5% presentan sobrepeso y el 13,3% son obesas, manteniendo el mismo patrón de predominio masculino que en la población infantojuvenil (41,9% de sobrepeso y 14,2% de obesidad los hombres frente a 27,4% de sobrepeso y 12,5% de obesidad las mujeres).
El exceso de peso presenta una clara desigualdad en salud, con un impacto más negativo en las personas de estratos sociales más desfavorecidos y menor nivel de estudios.
Dieta mediterránea
La encuesta valora por primera vez la adherencia a la dieta mediterránea. Entre la población adulta (=15 años) el 85,1% sigue un patrón de alimentación alineado con las recomendaciones de la dieta mediterránea, superior en el sexo femenino (87,5% frente al 82,7% de los hombres).
El grupo con menor adherencia es el de 15-24 años (74% las mujeres y 67,3% los hombres, pero va mejorando con la edad, de modo que, entre las personas de los grupos de edad por encima de 64 años, 9 de cada 10 siguen una alimentación basada en las recomendaciones de la dieta mediterránea.
En cuanto a la población infantil, el 54,8% debe mejorar para ajustarlo al modelo mediterráneo, destacando el grupo de 10-14 años como el más susceptible de mejora.
Actividad física
La prevalencia de personas de 15 a 69 años con un nivel de actividad física semanal bajo y que no cumple las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es del 25,9%, peor en el caso de las mujeres.
En el tiempo de ocio, también son ellas físicamente más inactivas que los hombres, con prevalencias que se mantienen de forma estable en el tiempo (35,7% en 2010 y 35,5% en 2022), a diferencia de los hombres cuya evolución temporal ha empeorado (del 26% al 29,8% en el mismo periodo).
Por el contrario, la evolución entre las personas menores de 15 años ha sido favorable, aunque en este colectivo cabe destacar las diferencias entre sexos en relación a la inactividad física en el tiempo de ocio (el 13,5% de los chicos y el 24,4% de las chicas) con la mayor diferencia entre sexos en la adolescencia.