BBVA Research ha apuntado en el informe 'Situación Andalucía Segundo Semestre 2023' presentado este miércoles por el economista jefe de BBVA Research para España, Miguel Cardoso, y el director de la Territorial Sur de BBVA en España, Francisco Javier Jerez, que la comunidad andaluza podría registrar este año un crecimiento del PIB que alcance el 2,1%, y que la tasa de paro se reduzca hasta el 18,5%.
La economía andaluza habría resistido mejor de lo esperado durante los primeros meses del año gracias al buen comportamiento de la demanda externa, particularmente en servicios, permitiendo un elevado dinamismo del empleo incluso con la negativa evolución de la agricultura debido a las consecuencias de la sequía, según ha explicado la entidad en un comunicado.
Este «sorpresivo» avance en la creación de puestos de trabajo se vio favorecida por el impulso de la inmigración y la tasa de participación; por el dinamismo de zonas urbanas como Sevilla capital, apoyadas por el impulso del gasto público; y sobre todo, por el incremento de la actividad turística en zonas de playa, donde destaca la Costa del Sol. Sin embargo, BBVA Research advierte de un «debilitamiento» de la actividad durante el segundo semestre del año.
Por una parte, prosigue la entidad, persisten las dificultades en el empleo del sector agroalimentario. Por otra, se observa un agotamiento de indicadores relacionados con el sector turístico, como el gasto con tarjeta de los residentes en el extranjero o de los visitantes provenientes de otras comunidades autónomas.
Así, la desaceleración del sector turístico parece resentir el acercamiento a la plena ocupación, las alzas de precios, el incremento en el coste de transporte, la evolución de los competidores y la desaceleración de la demanda europea. Como consecuencia, la afiliación ha pasado de unos incrementos medios trimestrales superiores al 1% en el primer semestre de 2023 a un crecimiento nulo en el tercer trimestre, resalta BBVA.
Esto, apuntan, en un contexto en que la demanda interna comienza a recuperarse. En particular, el consumo de los hogares andaluces habría ido de menos a más durante el primer semestre del año, gracias a la disminución de la inflación, a la reducción de la incertidumbre sobre el precio de la electricidad y el buen comportamiento del empleo durante esos meses.
Por ejemplo, las ventas minoristas avanzaron alrededor de un 5%, en términos reales, entre el 4T22 y el 2T23. Sin embargo, el mal comportamiento del empleo, la persistencia de la inflación, la incertidumbre y el repunte del coste de la energía, podrían haber truncado este avance durante el 3T23.
En concreto, el primer factor, junto con el menor avance del turismo explicarían la mayor contracción en Andalucía del índice de ventas minoristas en el tercer trimestre, así como el hecho de que son las provincias de costa las que muestran una mayor desaceleración del gasto realizado con tarjetas nacionales.
Aún así, la existencia de una bolsa de ahorro podría permitir hacia delante amortiguar los impactos de la persistencia de la inflación y los tipos de interés elevados, tanto en el consumo como en la inversión. De hecho, se estima que, para el conjunto de España, la renta disponible de los hogares aumentará en algo más de un 2% en términos reales en 2024, lo que podría explicar casi la totalidad del crecimiento que se espera del consumo privado (2,0%).
La recuperación continuará de cara a 2024
Con todo lo anterior, las previsiones de BBVA Research para 2023 apuntan a que Andalucía podría crecer un 2,1%, tres décimas menos que en el conjunto del territorio nacional (2,4%). Pero se espera que la actividad en la región gane tracción a medida que se vayan ejecutando los fondos Next Generation EU (NGEU), que los efectos de la sequía remitan progresivamente a lo largo del año, permitiendo un repunte del VAB agroalimentario, y que el consumo se vea apoyado por la fortaleza del balance de hogares y familias.
Con todo ello, el Servicio de Estudios espera que la recuperación pueda continuar en 2024, y prevé que el crecimiento del PIB de Andalucía alcance un 1,8%. Esto supone una corrección a la baja de - 0,2 pp (-0,3 pp para el conjunto de España), sobre todo debido al deterioro en las perspectivas globales en un entorno de elevada incertidumbre. En particular, los indicadores adelantados de actividad en los principales socios de la economía andaluza muestran un debilitamiento: se espera que crecimiento de la eurozona aumente un 0,5% en 2023 y un 1,1% en 2024 (frente al 0,8 y 1,3%, respectivamente, de junio pasado).
El crecimiento de la economía andaluza mejorará según se vayan reduciendo las incertidumbres actuales, entre ellas, las relacionadas con la evolución futura del precio del petróleo y del gas. BBVA Research estima que el crecimiento del PIB de España podría resentirse alrededor de 0,3 pp por cada 10% de aumento en el precio del petróleo. Esto afecta de manera directa a la región, cuyo uso de combustibles fósiles se eleva hasta el 35% del consumo energético, si bien el impacto podría ser menor que en buena parte de las comunidades del norte de España, cuya intensidad en el uso de energía y de combustibles fósiles es mayor.
Fondos ngeu, "claves" para la dinamización económica andaluza
Otro factor de soporte hacia adelante podría ser la aceleración en la ejecución de los fondos europeos. La licitación de obra pública en Andalucía durante 2023 apunta a una aceleración que la sitúan entre las más elevadas en el conjunto de España y en niveles considerablemente mayores a los observados incluso antes de la pandemia.
Además, se observa cierto impulso en la inversión privada, con un buen comportamiento tanto del importe de los visados de obra no residencial como de las importaciones de bienes de equipo. En el caso de los primeros, los niveles sobrepasan ya un 40% lo observado en 2019, mientras que respecto a las segundas, estas se encuentran casi un 20% por encima de lo alcanzado antes de la pandemia.
Los retos de andalucía para 2024
Andalucía cerró el 2022 con una tasa de paro de un 19%. Reducir esta cifra es uno de los principales retos de la comunidad. Para ello, sería recomendable una utilización más eficiente de los recursos destinados a la formación de parados, una mayor interacción de las empresas con los servicios públicos de empleo, y una política de inmigración que complemente el capital humano que ya existe en Andalucía.
Por otro lado, en un contexto en el que sequías como la experimentada en estos últimos dos años se pueden hacer más recurrentes e intensas, con el consiguiente impacto en PIB y empleo, urge el impulso de una mayor inversión en el sector agrario, tanto pública como privada, que facilite una mejor eficiencia en el uso de los recursos hídricos.
Otro de los riesgos a tener en cuenta es el efecto que pueda tener en los próximos años la necesidad de reducir la deuda pública. A cierre de 2022, la Junta de Andalucía confirmó un crecimiento contenido del gasto, concentrado en las prestaciones sociales y en las transferencias entre administraciones públicas, lo que unido a la moderación de los ingresos autonómicos --por la retirada de los ingresos extraordinarios procedentes del Estado--, derivó en un déficit del 0,7% del PIB frente al -0,2% del año anterior.
En 2024 será necesario volver a contribuir a la reducción del desequilibrio fiscal en España, en línea con los acuerdos que se alcancen respecto a las nuevas reglas fiscales.