El juicio contra F.M.S., el hombre acusado de atropellar mortalmente mientras conducía supuestamente ebrio a una niña de cinco años llamada Leire en Roquetas de Mar (Almería) cuando cruzaba un paso de peatones con su madre el 6 de julio de 2021, se celebrará este jueves en el Juzgado de lo Penal número 3 de la capital.
La Fiscalía de Almería va a solicitar cuatro años de prisión para el conductor, en libertad provisional por este caso y legionario de profesión, por un presunto delito de conducción temeraria y de homicidio por imprudencia grave en base a la investigación seguida en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Roquetas de Mar.
El Ministerio Público solicita para el acusado la pena máxima que recoge el Código Penal para este tipo de delitos, lo que incluye además la prohibición de conducir vehículos a motor durante seis años, según fuentes judiciales consultadas por Europa Press.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 20,15 horas el pasado 6 de julio cuando el conductor circulaba por la carretera de Alicún, a la altura de El Parador, en dirección a Roquetas de Mar «bajo la influencia de bebidas alcohólicas que había consumido previamente» conforme la acusación.
El propio informe de la Policía Judicial aportado a las diligencias previas apuntaba la «velocidad excesiva» con la que el conductor adelantó a un turismo y «sobrepasó» el paso del cebra por el que cruzaba la víctima junto a su madre, al tiempo que recoge que se halló un vaso de cristal con lo que parecía ser «una mezcla de ginebra y tónica» en el salpicadero del vehículo.
El fiscal recalca esa conducción a una «velocidad excesiva» --hasta 78 kilómetros por hora, según el atestado policial-- a pesar de circular por una vía limitada a 50 kilómetros por hora, marcada por «numerosos pasos de peatones» y «muy transitada» a la hora de los hechos, sobre las 20,15 horas de la tarde.
Así, al llegar al paso situado frente a un supermercado, donde ya estaba detenido otro vehículo en el carril derecho para ceder el paso a los peatones que iban a cruzarlo, el acusado «lo rebasó por el carril izquierdo» cuando atravesaban la vía la madre y la niña, que fue atropellada. A causa del impacto, la pequeña falleció «casi instantáneamente».
El acusado, que según la investigación mostraba «claros síntomas» de haber consumido alcohol, fue sometido a los pertinentes test que dieron resultado positivo, con 0,90 y 0,88 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, respectivamente.
F.M.S. tiene como medidas cautelares desde su puesta en libertad el depósito y retención de la licencia de conducción y el depósito del vehículo; la prohibición de salida del territorio nacional y la retirada del pasaporte así como la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado.
La familia de la víctima pide un cambio legislativo
La familia de la pequeña mantiene abierta una petición a través de la plataforma Change.org en la que recoge firmas para solicitar un cambio en el Código Penal para que los delitos cometidos por parte de quienes conducen una forma «manifiestamente temeraria o bajo los efectos del alcohol y sustancias estupefacientes» tenga unas penas equiparables a los delitos de homicidio cuando se produce el fallecimiento de la víctima. Por el momento ha recogido casi 145.000 firmas online.
La petición tiene como objetivo elevar las penas de homicidio por imprudencia grave, recogidas en el artículo 142.1 con entre uno y cuatro años de prisión, al tipo de homicidio recogido en el artículo 138 del Código Penal, que observa entre diez y 15 años de cárcel para el culpable.
Asimismo, quieren también que, en el caso de que la víctima padezca lesiones y secuelas, el tratamiento legislativo se equipare a los delitos de lesiones recogidos entre los artículos 147 y 150 del Código Penal.
«Pedimos que estos delitos dejen de considerarse delitos imprudentes y que se aprecie la existencia de dolo eventual en la conducta de quien los comete», defiende la familia de la pequeña en su petición pública, en la que también reclama que en estos supuestos se prive a los conductores «de forma definitiva» del permiso de conducción «para garantizar que lo ocurrido no vuelva a suceder».
La familia de Leire lamenta que haya «cientos y cientos de familias destrozadas por culpa de quienes conducen de forma temeraria y bajo la influencia de los efectos de las drogas o el alcohol», por lo que esperan poder elevar al Congreso su petición para endurecer las penas a quienes cometen este tipo de delitos.
La muerte de la niña Leire provocó una gran consternación en el municipio de Roquetas de Mar, donde se llegó a convocar una concentración con minuto de silencio para expresar el dolor por su fallecimiento, toda vez que la corporación se puso a disposición de la familia para que pudieran dar el último adiós en el pueblo natal de los padres, Cabeza de Buey (Badajoz).