Los regantes que denuncian la grave situación de sus cultivos en el entorno de la Vega de Granada ante la imposibilidad de regarlos con aguas regeneradas cloradas volverán a sacar a la calle sus reivindicaciones este otoño si no obtienen una respuesta de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para desbloquear la situación, después de que en mayo cruzaran con unos cien tractores la capital granadina para pedir que los autorizara.
En un desayuno informativo de Asaja Granada en que han pedido «que las administraciones nacional y autonómica aúnen esfuerzos para ello mediante una política nacional hidráulica de trasvases, reutilización de aguas regeneradas y modernización de regadíos», el responsable de la Comunidad de Regantes de la Acequia Gorda del Genil, Gerardo Aranda, ha recordado los acuerdos con el Ayuntamiento de Granada en 1947 para usar para riego las aguas residuales, que ahora requieren de ser de uso terciario, con depuración de bacterias.
«Van cambiando las leyes y hay que adaptarse a la normativa» y para ello ha pedido ayuda a las administraciones, habiendo intentado la comunidad de regantes «completar la dotación» que «vienen de los pantanos» con aguas de uso terciario por sus propios medios si bien «son todo problemas», ha mantenido Aranda, los que llegan desde CHG y Sanidad.
Sobre este tema, el secretario general de Asaja Granada, Manuel del Pino, ha explicado que, con una inversión de «algo más de cinco millones» de euros por parte de la CHG, se podría disponer a partir del año que viene de una «capacidad de regeneración» de 72 hectómetros cúbicos de agua anualmente, por tanto, mayor a lo que pueden contener hasta seis pantanos de la provincia.
También requieren del organismo de cuenca autorización de «la concesión del uso de ese agua» para la comunidad de regantes, que además se podría destinar a «consumo humano». Por ello, ha proseguido Del Pino, se estaría «garantizando el abastecimiento sin ningún problema» ni «necesidad de tocar los dos pantanos de abastecimiento» para Granada y su área metropolitana.
Se incrementaría la superficie de riego en la Vega de Granada, en toda la parte del margen izquierdo del Genil o El Temple, todo ello dándole «un segundo ciclo a ese agua, que ahora mismo termina» en el río y que «es verdad que se utiliza» por otros regantes en zonas más bajas. «Pero es que la producimos nosotros, es agua nuestra y nosotros la necesitamos» de forma «urgente», ha remarcado.
El pasado mayo, ambas organizaciones convocaron movilizaciones a fin de «trasladar a la opinión pública la grave situación que están padeciendo los regantes de la Vega de Granada al negarles la CHG la autorización para el riego de 3.000 hectáreas de almendros, olivar, frutales, alfalfa y chopos con aguas regeneradas».
También reclamaban la necesidad de «acometer por parte del organismo de cuenca el sistema terciario de desinfección de las aguas en las estaciones depuradoras» Sur-Churriana y Oeste-Los Vados para «ampliar el riego a los cultivos en verde y llegar así a cubrir 10.000 hectáreas». En este contexto, indicaron que «está en peligro el mayor ecosistema de la ciudad que es, además, su principal motor económico».