La madre de Isaac López Triano, el rapero asesinado en julio de 2021 en el barrio de Pacifico de la capital, ni perdona ni cree el arrepentimiento que mostró ayer su asesino en el juicio, un «victimismo» que atribuye a «una estrategia» para buscar una rebaja de condena.
Su hijo, de 18 años, murió de cuatro navajazos en la espalda cuando cuatro presuntos miembros de los Dominican Don't Play (DDP), un adulto y tres menores, le abordaron tras una persecución a bordo de patinetes con la falsa creencia de que era trinitario.
El joven trató de saltar una valla para huir, pero se desplomó y fue atacado por el grupo, que iba armado con navajas. Murió de inmediato. Su madre se encontraba a escasos metros retenida en una patrulla policial tras ser alertada por un amigo.
El encausado pidió ayer perdón a la familia del fallecido y a su propia familia por el daño hecho y prometió que hará lo posible para repararlo, manifestando que nunca tuvo intención de matarle. Sin embargo, la madre del chico rechaza sus disculpas por las puñaladas mortales.
«En ningún momento ha mostrado ni un ápice de arrepentimiento. El único recurso que le queda es una pataleta y victimizarse», ha recriminado Nines a su llegada a la Audiencia Provincial de Madrid, acompañada por sus abogados.
En uno de los recesos, uno de los amigos de Isaac ha increpado al procesado y le ha insultado cuando salía esposado y custodiado de la sala de vistas. En ese momento, la madre del chico rompía a llorar y se cruzaba con la madre de David en los pasillos. Ya en el exterior, esta última ha comentado a Nines que «lo sentía mucho» y se han fundido en un abrazo visiblemente emocionadas.
La agresión mortal a 'Little Kindi' se hizo a ojos de al menos una decena testigos que vieron la persecución que se inició en la calle de Méndez Álvaro hasta que le dieron alcance en el túnel.
Según sus testimonios, Isaac corría nervioso como «desesperado», como si «llegara tarde» a algún sitio como si «huyera», lo que reafirma la tesis de la acusación particular de que fue «una cacería» en contra de lo que sostiene el acusado.
Tras el ataque, las personas en el lugar de los hechos trataron de asistirle y llamaron a una ambulancia. «Le agarraron y le pegaron con patadas y puñetazos. Se van con los patinetes en dirección contraria», ha recordado una testigo. Tras ello, ella y otras personas se acercaron al chico, que estaba boca abajo sin decir nada. Los sanitarios no pudieron salvar su vida.
Llamada a la madre cuando atacaban a su hijo
Nines ha relatado ante el tribunal que ese día comió con su hijo y salió sobre las ocho y media a grabar un tema con un amigo. «La siguiente noticia fue una llamada de su amigo Eneko de que le estaban agrediendo, que le estaban apuñalando. Salí corriendo y me encontré el túnel lleno de ambulancias y policías», ha narrado.
Una patrulla policial le paró y le metió hacia dentro de un vehículo. «No sabía qué estaba pasando. El médico me dijo que no pudo hacer nada por él», ha recordado con voz temblorosa. Al cabo de unos minutos, llamó a su madre para contarle lo sucedido.
Niega que su hijo tuviera relación con bandas latinas y afirma que Isaac tenía muchos conocidos. A raíz de su muerte, empezó a escuchar hablar de bandas. Isaac era músico, no era constante en los estudios y participaba en batallas de gallo, donde se conocía que tenía Asperger.
«Jamás pensé que pudiera tener miedo a que le pudieran asesinar. Nunca pensé el alcance que podría tener esto. Me hijo me hubiera contado si tenía problemas y si sé que estaba bajo peligro, me lo hubiera llevado», ha subrayado.
Nines reconoce que su hijo no veía el peligro y le decía que tuviera cuidado. Sostiene que era palpable de que tenía esa condición de ir más lento por el Asperger.
A posteriori, conoció que el amigo con el que iba a quedar había recibido amenazas, algo que ha confirmado el testigo en su declaración por videoconferencia. «Vas a ser el siguiente» sería el contenido de los mensajes amenazantes que recibe desde entonces del entorno de los DDP.
El chico ha relatado en la vista que en el momento del crimen estaba al teléfono con la víctima y recuerda que éste solo manifestó a sus agresores: «basta ya», negando que éste increpara a Bàrcena al grito de «me cago tus muertos» como mantiene el procesado.
La hermana del fallecido, 14 años mayor que él, ha recordado que Isaac estaba muy feliz con la música que hacía y con los proyectos que tenía para sacar temas propios.
Uno de los menores, ingresado
Estaba previsto que uno de los menores condenados a 6 años de internamiento testificara en la sesión de este miércoles pero no lo hará al estar ingresado, según ha comunicado el presidente de la Sección a las partes.
Las acusaciones que representan a la Fiscalía, a la familia y a CERMI solicitan una condena a prisión permanente revisable. La defensa califica el crimen de homicidio y pide que se aprecien las atenuantes de confesión tardía, reparación del daño, adicción a las sustancias y arrebato.
Los investigadores del Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional resolvieron el crimen meses después gracias a los datos que aportaron los patinetes que alquilaron esa tarde los autores, las grabaciones de las cámaras de seguridad y la información que dio el posicionamiento del teléfono de David Bárcena.
La Policía sostiene que David Bárcena y los otros agresores pertenecían entonces al coro de Embajadores de los DDP al haber sido identificados en muchas agresiones e incidentes vinculadas con bandas juveniles.
El acusado se grabó en los momentos previos y posteriores al crimen y colgó los vídeos rapeando en los que se hacía alusión al asesinato en redes sociales.