Los trabajos de restauración del cuadro 'La Inmaculada Concepción y los Jurados de la ciudad de València' ya han empezado. Se trata de el lienzo pintado por Jeroni Jacint Espinosa en 1662 y es una de las obras de arte más importantes de las colecciones pictóricas municipales con un «carácter simbólico» para los valencianos.
El personal especializado de la empresa adjudicataria ha iniciado la intervención sobre la pieza, unos trabajos que se llevan a cabo en las dependencias del Museo Histórico Municipal de la ciudad y que se prolongarán por un periodo de un año, según ha indicado el consistorio en un comunicado.
Se trata de un óleo sobre lienzo de grandes dimensiones (3,60 x 3,50 metros) que representa a los jurados de la ciudad bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, y que fue encargado por estos a mediados del siglo XVII en defensa del dogma mariano.
La obra presenta «un deficiente estado de conservación», agravado por el hecho de que ha sido objeto de numerosas intervenciones a lo largo del tiempo, «no todas ellas adecuadas», y también a que ha estado instalado o almacenado en diferentes ubicaciones y en «condiciones irregulares» a lo largo de los años.
Con el objetivo de recuperar el «esplendor» de una pintura estrechamente vinculada al municipio, el Ayuntamiento convocó un concurso para proceder a la restauración integral de la pieza.
El proceso de restauración
Antes de la intervención, el lienzo fue trasladado al Museo de Bellas Artes de València, donde se realizaron los estudios previos necesarios para orientar el trabajo a realizar, dado que los análisis no se podían llevar a cabo en el Museo Histórico.
Una vez concluidos dichos análisis, el lienzo ya está en el Ayuntamiento y ha comenzado su restauración integral, que afecta tanto a la consolidación del bastidor como al apoyo de la capa pictórica, la limpieza de polvo y suciedad, la retirada de barnices y repintes, y la consolidación general, como paso previo a la reintegración cromática.
La primera de las acciones, que empezó el día 10 de octubre, es la eliminación del empapelado de protección, una película hecha a base de papel Japón y cola orgánica natural, que ha facilitado su traslado enrollado en óptimas condiciones y bien protegido.
Una vez en las dependencias del Museo Histórico, y tras grapar el lienzo en una superficie completamente plana, específica para trabajar, se ha procedido a retirar el empapelado con agua caliente, muy escurrida, que permite eliminar cualquier resto de cola en superficie.
Fijación de la película pictórica
Tras la eliminación de todos los elementos de protección, y unos días de reposo para que acabe de evaporar bien el agua retenida, el siguiente paso será la fijación de la película pictórica. Tal como han explicado las técnicas encargadas del trabajo, se han marcado con tiza las zonas donde se han observado levantamientos (craquelados) de la película pictórica, es decir, las partes cuarteadas o rayadas, para poder volver a adherir la película a su soporte en cada uno de estos puntos.
Para ello, primero se inyecta una cola o adhesivo, natural o sintético y, posteriormente, se procederá al planchado del lienzo, que consiste en aplicar presión, calor y humedad controlada, con una espátula térmica.
Una vez concluya la fase de consolidación, que se realiza en horizontal, sobre el suelo, las siguientes fases ya serán en vertical, es decir, sobre la pared. Para ello, se desclavará el lienzo y se instalará de nuevo en su bastidor original. Se procederá a efectuar las labores de limpieza, estucado de la preparación, reintegración cromática y barnizado final.
Todos estos trabajos en vertical se realizarán a la vista del público, que podrá observar en directo la labor de restauración. El lienzo estará protegido y se habilitará un andamio para que el personal especializado pueda acceder con facilidad a todas las zonas a restaurar.