La Conselleria de Economía y Hacienda de la Generalitat prevé que el PIB catalán crezca un 2,4% este año y un 1,8% en 2024, a pesar de la situación de desaceleración provocada por un escenario de incertidumbre debido a la guerra de Ucrania y la persistencia de la inflación, según ha explicado este lunes en un comunicado.
El departamento ha publicado el escenario macroeconómico de Catalunya para el bienio 2023-2024, cuyas estimaciones que recogen «una moderación del crecimiento, en un contexto de elevada incertidumbre por la debilidad del entorno global (y en especial de la zona euro), la guerra en Ucrania, la persistencia en la inflación subyacente y los efectos del endurecimiento de las condiciones financieras».
Pese a la desaceleración, la economía catalana mantiene un diferencial positivo respecto a la zona euro, donde hay crecimientos más cercanos al 1%, y evolucionará en línea con el crecimiento de la economía española.
Consumo en hogares
Así, en 2023 se prevé un crecimiento del PIB catalán del 2,4% (frente al 5,5% de 2022), con una aportación positiva tanto de la demanda interna (1,3 puntos) como la externa (1,1 puntos), y el consumo de los hogares se debilita (hasta el 1,0%), «pero se mantiene al alza gracias a la estabilidad laboral y la progresión de los salarios, mientras que el aumento del consumo público sería moderado, de el 1,9%», explica la Conselleria.
Las exportaciones totales de bienes y servicios moderan su crecimiento hasta el 8,0%, condicionadas por el margen cada vez más limitado en la recuperación del turismo extranjero y por un entorno más debilitado, mientras que las exportaciones de bienes se han mostrado dinámicas en lo que va de año y se espera una aportación destacada al PIB del turismo extranjero.
Las previsiones para 2023 apuntan a una creación de empleo de 55.700 puestos de trabajo lo que, unido al aumento de la población activa, conduce a una disminución de la tasa de paro, hasta el 9,3%, el nivel más bajo desde 2008.