El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Celso Rodríguez, ha reafirmado el compromiso de los magistrados con la Constitución frente a los ataques a la Judicatura en alusión a la aplicación de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, que tacha de «intolerables» en un Estado de Derecho.
Así lo ha reiterado durante su intervención en el solemne acto de apertura del año judicial en la Comunidad de Madrid, una ceremonia en la que la fiscal superior de Madrid ha presentado la Memoria Anual de la Fiscalía de Madrid correspondiente al año 2022.
En su intervención, Celso ha subrayado que los jueces aplican la ley y ha recalcado que una vez que las sentencias alcanzan firmeza, «vinculan a todos los ciudadanos y a los poderes públicos». Además, ha hecho una llamada al respeto al Poder Judicial y lo hace en toda su dimensión: institucional, individual y política.
Tras ello, ha reiterado el compromiso de los magistrados con la Constitución, afirmando que «la función que se les encomienda directa y exclusivamente no admite ni la más remota duda».
«Desde esta firme convicción pueden tener la seguridad de que serviremos a lo que para nosotros es mucho más que un ideal: la realización de la Justicia. Crean en nuestro compromiso», ha subrayado tras criticar los ataques y descalificaciones que sufre el colectivo por llevar a cabo la aplicación de las leyes con la independencia que les caracteriza.
«El descrédito que se proyecta sobre el Poder Judicial ante la sociedad debe alarmar a quien defienda, o simplemente conciba la fortaleza de las instituciones como un valor esencial para fortalecer al mismo tiempo el sistema democrático», asevera.
El presidente del Alto Tribunal ha hecho también una reflexión del funcionamiento de los tribunales madrileños, aquejados de un problema endémico de lentitud derivado a su juicio por «la situación de desatención que sufre el sistema desde hace años».
«La falta tradicional de una voluntad política decidida y alejada de la intensidad de la contienda partidista para poner fin a este estado de cosas, es un obstáculo verificado y lamentablemente incontestable», ha afeado.