El juez de Violencia sobre la Mujer número 6 de Madrid, en funciones de guardia de detenidos, ha ordenado este miércoles el ingreso en prisión comunicada y sin fianza del detenido por matar a su pareja el pasado domingo en Villaverde.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha informado en un comunicado que «el investigado se enfrenta a unos hechos calificados en principio como delito de asesinato del art.139 del CP, al concurrir dos agravantes: parentesco y género».
Además, el juzgado de guardia ha puesto la causa a disposición del Juzgado de Violencia 10, ya que había denuncia anterior de la víctima contra el investigado en ese órgano judicial.
El crimen de Miguela se produjo la madrugada del domingo en un domicilio del madrileño distrito de Villaverde. Ambos mantenían una relación sentimental, aunque no consolidada.
El hombre vivía en el lugar del crimen, un piso de alquiler temporal situado en el 4ºA del número 23 de la calle doña Francisquita. Mientras, la víctima residía con su madre y con sus hijos a 500 metros, en una vivienda de la calle La Dolorosa, también en el barrio de los Ángeles.
El día de los hechos, los vecinos escucharon una trifulca a la 1:30 de la madrugada del domingo pero fue sobre las 3:30 horas cuando llamaron a la Policía, tras escuchar a Miguela pedir auxilio a gritos.
Pero ya fue tarde, porque antes de la llegada de los agentes Miguela, española de origen sudamericano de 35 años, fue apuñalada en varias partes del cuerpo y degollada, mientras que el supuesto agresor abandonó el domicilio a la carrera.
La víctima salió semidesnuda, con solo un chándal puesto, al rellano de la escalera, dejando un reguero de sangre por el camino. Pero solo llegó hasta el tercer piso, cuando se desplomó por un paro cardiaco.
Los agentes de la Policía Municipal de Madrid y de Policía Nacional que llegaron al lugar iniciaron maniobras de reanimación avanzada que los sanitarios de Samur-Protección Civil continuaron a su llegada, durante más de 30 minutos. Sin embargo, la mujer no recuperó el pulso y los facultativos solo pudieron certificar su fallecimiento.
Los agentes Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional de Madrid se encargaron de la investigación. Con los datos de los vecinos y los antecedentes lograron identificar enseguida a su presunto autor, por lo que acudió a su entorno para informar que le estaban buscando por asesinado.