La Fundación Rey Ardid ha celebrado este jueves, en colaboración con la Universidad San Jorge, la II Jornada de Especialistas en el Cuidado, enmarcada en el Día Mundial del Alzheimer, donde se ha incidido en la importancia un hogar «cálido» y «seguro» para la evolución de estas personas, ya sea este su domicilio familiar o un centro residencial.
En declaraciones a los medios, la directora de la residencia Rey Ardid de Rosales, Paula Álvarez, ha apostado por que estas personas puedan permanecer en su domicilio, «porque al final es su casa y es donde todos queremos estar», hasta que el entorno «deja de ser terapéutico y eficaz» y se necesitan unos cuidados especializados las 24 horas, que es para lo que Rey Ardid creó este centro especializado en alzheimer y otras demencias en Rosales del Canal.
Un edificio, ha continuado, pensado desde su construcción para ser «seguro», «adaptado», «cálido» y «hogareño» porque «no olvidemos que están en su casa».
Álvarez ha destacado que los tres años de andadura de este centro especializado han ofrecido un impacto «muy positivo» a la hora de atender una realidad social como el alzheimer u otras demencias, que afectan a más de 40.000 aragoneses.
A su parecer, la clave de los cuidados que ofrecen está en trabajar en base a programas específicos, con los que atienden tanto a los pacientes como a sus familiares y a los trabajadores.
De igual forma, ha apostado por impulsar las relaciones con la comunidad científica y social, «con los que saben», para conseguir beneficios en el tratamiento de las personas con demencia.
Terapias innovadoras
En ese sentido, Álvarez ha resaltado la importancia de dar con el tratamiento, la rehabilitación y el mantenimiento que necesitan las personas con enfermedades neurodegenerativas para ofrecerles la estimulación cognitiva y funcional que precisan.
En cuanto al futuro, la directora de la residencia Rey Ardid de Rosales ha insistido en seguir apostando por el desarrollo de terapias innovadoras, de aplicaciones tecnológicas no invasivas que ayuden en los cuidados o de terapias no farmacológicas que han demostrado que generan «bastantes beneficios» en la calidad de vida de estas personas.
Además, ha abogado por compartir espacio en todo el itinerario de atención que puede precisar una persona con demencia y su familia, que incluye el hogar, los centros especializados, recursos colaborativos con la comunidad u otros centros sociales.
En cualquier caso, ha afirmado que, tras esta jornada de reflexión sobre el modelo de cuidado, tienen «mucho trabajo por delante».
Por su parte, la psicóloga Erika Fuertes ha señalado que, en la atención personalizada a estos pacientes, hacen mucho hincapié en las emociones ya que cuando la patología está incipiente se genera mucha frustración y ansiedad.
Para ello, van de la mano de los cuidadores, pero también de
Diagnóstico precoz es lo principal, lo que genera una mejor calidad de vida. Ha apostado por impulsar una mayor autonomía en estas personas, para lo que será necesario un diagnóstico precoz.
Además de las mesas redondas sobre «vivir en casa» y «las residencias del futuro», en esta jornada se debatirá también sobre el papel de las «comunidades cuidadoras».