Los 56 agentes de la Unidad Militar de Emergencias (UME) han llegado este miércoles a la Base Aérea de Zaragoza, después 12 días en Marruecos, donde han participado en 15 operaciones especiales de búsqueda y rescate tras el terremoto que asoló el suroeste del país magrebí.
El avión, un A-300 del Ejército del Aire, ha aterrizado en la capital aragonesa a las 18.45 horas. Los miembros de la UME, acompañados de dos perros que han trabajado en las labores de rescate, han sido recibidos por el general jefe de la UME, Francisco Javier Marcos.
También les ha esperado el general segundo de la UME, José Manuel Cuesta, el teniente coronel y jefe de batallón, Joaquín Núñez, y el suboficial mayor de Batallón, Fernando Rozas. A continuación, han podido abrazar a sus familias 12 días después.
Allí, el general Francisco Javier Marcos les ha trasladado un mensaje de enhorabuena de parte de la ministra de Defensa, Margarita Robles, por su «extraordinario trabajo», su profesionalidad y su esfuerzo, que es ejemplo de «lo que mejor sabe hacer la UME: servir».
En declaraciones a los medios de comunicación, el teniente general Juan Saldaña, que ha estado al mando de la misión, ha destacado la «colaboración constante» con las autoridades civiles y militares marroquíes, así como con los representantes del Estado español en el país.
15 operaciones de búsqueda y rescate
En concreto, el jefe del Equipo de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR) del 4° Batallón, el comandante Enrique Bascuas, ha explicado que han participado en 15 operaciones de búsqueda y rescate en diferentes localizaciones de la cordillera del Atlas.
USAR es un equipo altamente cualificado, certificado por la ONU o el Mecanismo de Protección Civil de la UE, ha indicado. Asimismo, ha asegurado que, aunque por la tipología de las viviendas era «muy complicado» hallar supervivientes, en ningún momento perdieron la esperanza.
En cualquier caso, han colaborado en la tarea «delicada» y «triste» de recuperar los cuerpos de las personas fallecidas.
Por último, el comandante Bascuas ha remarcado el afecto mostrado por el pueblo marroquí, plasmado en una carta remitida por el rey Mohamed VI, y que el personal está «exhausto» porque «lo ha dado todo», pero «felices» por contribuir a aliviar el sufrimiento a la población después de la catástrofe.
No obstante, la tarea no ha concluido todavía, pues a estos efectivos aún les quedan entre dos y cuatro horas de trabajo hasta que terminen de transportar y almacenar las seis toneladas de carga que traían de Marruecos.