La lista de espera quirúrgica en la Comunidad de Madrid cerró el mes de agosto con 90.611 personas a la espera de intervención, lo que supone un incremento del 7,6% respecto al mes anterior (+6.429 pacientes), mientras que el tiempo de demora medio en el octavo mes del año alcanza los 61,47 días, 6,14 días más que hace un mes.
Un incremento que suele ser habitual en agosto al ser un mes en el que se reduce la actividad programada debido a las vacaciones de los profesionales derivadas del periodo estival.
Del total en agosto, la lista de espera en la categoría denominada 'estructural', aquella cuya espera es atribuible a la organización y recursos disponibles, tenía 70.233 pacientes a la espera de intervención (el 77,51% del total), lo que supone un 8,96% más con respecto a julio (+5.778), aunque una caída del 10,27% sobre el mismo mes de 2022 (-8.045).
Otros 10.616 (el 11,72%) eran por rechazo de derivación y los 9.762 restantes (el 10,77%) correspondían a operaciones transitoriamente no programables.
La demora media estructural en agosto era de 61,47 días, frente a los 55,33 registrados en julio (-6,14). No obstante, supone 20,36 días menos de espera que hace un año, en agosto de 2022, y un recorte de 0,9 días desde que arrancó el año.
El 1,68% de los pacientes que se encontraban en la lista de espera quirúrgica estructural (1.178) aguardaban en agosto para una operación más de seis meses (más de 180 días), frente a las 6.161 que lo hacían en el octavo mes del año en 2022.
Otro 23,53% aguardaba entre tres y seis meses (16.526 frente a las 21.941 de agosto de 2022), mientras que otro 19,75% lo hacía entre dos y tres meses (13.873 frente a las 15.131 del año previo).
Finalmente, un 24,73% esperaba entre uno y dos meses (17.368 por los 17.794 de agosto de 2022) y un 30,31% lo hacía de 0 a 30 días (21.288 por las 17.251 de un año antes).
En el caso del rechazo de derivación, la demora media en agosto era de 112,96 días naturales, con 55 personas (0,52%) que aguardaban más de 360 días, según los datos del departamento dirigido por Fátima Matute.
También crecen las otras listas
En el mes de agosto, marcado por la época estival y las vacaciones, también creció respecto a julio la lista de espera para consultas externas, tanto en número de personas como en tiempo de demora media, y la lista para pruebas diagnósticas.
En concreto, la lista de espera de consultas externas acumulaba en el octavo mes del año un total de 658.714 pacientes en espera estructural para primera consulta, con un aumento del 4,84% respecto al mes de julio (+30.451). En este caso, el tiempo de demora media era de 68,97 días, 9,67 días más que en el séptimo mes de 2022.
Del total en agosto, 400.587 pacientes superaban los 90 días de demora, 83.205 aguardaban entre 61 y 90 días, 64.581 esperaban entre 31 y 60 días y la demora para otros 110.341 era de menos de un mes.
En términos interanuales, los pacientes en espera para ver al especialista han aumentado así un 7,55% respecto a agosto de 2022, con 46.286 personas más, mientras que el tiempo de demora media ha crecido en 2,47 días, desde los 66,5 hasta los 68,97.
Por su lado, la lista de espera estructural para primera atención en pruebas diagnósticas y terapéuticas registraba en agosto 182.924 personas, un 6,88% más que en julio (+11.786). En este caso, el tiempo que aguardaban de media era de 61,45 días, lo que supone 7,68 días más que en el séptimo mes del año.
En este caso, la demora media era superior a 90 días para 93.621 personas; de entre 61-90 días para 19.823 pacientes; de entre 31 y 60 para otros 22.268; y de menos de un mes para las 47.212 restantes.
De esta forma, el conjunto de las tres listas reunía a 932.249 personas en agosto, lo que supone 48.666 personas más que en julio, es decir, un 5,5% más. En términos interanuales, el cómputo total suma 45.473 personas en el último año, con un incremento del 5,12%.
Plan de la consejería para reducir la lista a la mitad
La Consejería de Sanidad tiene en marcha un plan de listas de espera para el periodo 2022-2024 con el objetivo de reducir a la mitad los tiempos máximos de atención, según prioridad clínica, con un presupuesto de 215 millones de euros. Además, el plan tiene como finalidad que la asistencia programada no urgente para cirugías, primeras consultas y pruebas diagnósticas se sitúe en un tiempo inferior a 45 días de demora media.
El departamento que dirige Fátima Matute ya adelantó que su labor se dirige fundamentalmente a «aumentar la oferta asistencial para que los pacientes tengan más oferta a la que poder acudir», lo que hace que disminuya la lista de espera, y en «racionalizar los procesos» para detectar dónde hay que actuar.