Agentes de la Policía Nacional han detenido en Alicante a un fugitivo, calificado de «peligroso», que era buscado por las autoridades alemanas por supuestamente torturar a dos personas en ese país, una de ellas menor de edad, y sobre el que pesaba una orden europea de detención y entrega (OEDE). El prófugo supuestamente era miembro de una red criminal dedicada al tráfico de drogas, conocido por utilizar «extrema violencia» para sacar información o por realizar «vuelcos» a otras organizaciones criminales.
Los hechos por los que se le buscaba ocurrieron en abril de 2022 cuando, junto a otros miembros del entramado criminal, supuestamente torturó a dos personas a las que llegó a producir quemaduras con mecheros y heridas con la broca de un taladro para sacarles información sobre varios miembros de una organización rival, según ha informado la Policía en un comunicado
A través de la Oficina Sirene, y tras arduas gestiones policiales, los agentes consiguieron localizarlo en una playa de Dénia.
En abril de 2022 este hombre se encontraba en la ciudad alemana de Brandemburgo junto a otros miembros de la misma organización, supuestamente dedicada al tráfico de drogas y a realizar «vuelcos» a otras redes criminales.
Tras concertar, a través de una tercera persona, una cita telefónica con la víctima --en aquel momento menor de edad-- se encontraron con ella en un parque infantil de la localidad. Al llegar supuestamente la rodearon y la obligaron a entregar su teléfono móvil y a subirse a un coche.
Desde allí la trasladaron hasta un piso, controlado por miembros de la organización, donde presuntamente la torturaron de forma grave con el fin de sacarle información sobre varios miembros de una organización rival.
Las torturas consistieron en quemaduras con mecheros y cigarrillos, lesiones en los dedos con llaves de tubo, y heridas en el muslo producidas con la broca de un taladro. Ante la negativa de la víctima a facilitar información, los presuntos autores de los hechos utilizaron su teléfono móvil y, haciéndose pasar por ella, contactaron con uno de sus objetivos.
Según la Policía, de nuevo la obligaron, otra vez con violencia, a que los guiara hasta la vivienda de esa persona y a tocar en su puerta para que abriera, momento que aprovecharon para introducirse todos en la casa. Allí, y supuestamente utilizando las mismas torturas, le exigieron una cantidad de MDMA de la que, en ese momento, no disponía.
Por este motivo, trasladaron a las dos víctimas al piso franco donde, tras torturarlas con «violencia extrema», consiguieron el pago de una importante cantidad de dinero.
Parking de un centro comercial
El presunto autor de los hechos se enfrentaba a una pena que podría llegar hasta los 15 años de prisión, motivo por el que huyó de Alemania. A través de la Oficina Sirene, y gracias a las investigaciones policiales realizadas, a finales del pasado mes de agosto los agentes consiguieron localizarlo.
Se encontraba en una zona de playa de Dénia, a bordo de un vehículo, y poco tiempo después lo detuvieron en el parking de un establecimiento comercial.