Los agricultores andaluces comprenderían la posible adopción de nuevas medidas de ahorro del uso del agua por parte de la Junta si sigue sin llover a partir de septiembre, tal y como señaló este martes la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, pero consideran «insuficientes» las ayudas ofrecidas por las administraciones públicas.
Así, el presidente de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, en declaraciones a Europa Press, ha señalado que «somos conscientes de la difícil situación y se tienen que tomar decisiones acorde a esta», pero «pedimos que prime el rigor técnico y que se adapte la escasa disponibilidad de agua para los cultivos».
En este sentido, ha apuntado que «esperamos que en septiembre y octubre la situación remita con la lluvia para no tener que abordar ese recorte de agua que es nuestra principal materia prima», y ha subrayado que «se aproveche hasta la última gota de agua en estos momentos de escasa disponibilidad en los cultivos».
Asimismo, Cano ha solicitado que este problema sea uno de «los principales puntos de la próxima mesa de interlocución agraria» y que «se convoque cuanto antes» para analizar la propuesta de la Consejería y así «confrontar con nuestras propuestas».
Por otro lado, el secretario de organización de COAG Andalucía, Eduardo López, ha señalado que la situación en la comunidad, desde el punto hídrico, «es caótica», a lo que ha agregado que «estamos pasando por un periodo de sequía terrorífico que afecta muy de lleno a la economía de los agricultores y ganaderos andaluces».
De igual forma, ha apuntado, en declaraciones a Europa Press, que todas las cuencas están «muy tocadas» y las restricciones de agua tanto en el Tinto y el Piedra, como el Guadalete-Barbate, el Guadalquivir y algunos subsistemas de la cuenca mediterránea «eran de esperar».
En este contexto, López ha pedido que en los planes hidrológicos recientemente aprobados «se ejecuten medidas de inversión sobre todo en materia de depuración para la reutilización de las aguas de las ciudades», al tiempo que ha destacado que los proyectos desalación e inversión en infraestructura «son muy urgentes».
Al hilo de lo anterior, ha señalado que las medidas de apoyo a los agricultores y ganaderos han sido «insuficientes», tanto por lo decretado por parte del Ministerio, como las medidas tomadas por la Junta de Andalucía. En este sentido, ha resaltado que las medidas «se retrasan, hay mucha burocracia, mucha exigencia y poco dinero disponible para las mismas».
Además, con respecto a los cultivos de regadío, ha indicado que «están muy afectados», sobre todo la parte de la Axarquía y especialmente el Guadalquivir, «que no han podido sembrar ni regar, y son economías prácticamente en la ruina».
Los daños "ascienden 3.000 millones"
Por su parte, el secretario general técnico de Asaja Sevilla, Eduardo Martín, ha apuntado que la situación actual del campo resulta «catastrófica», con más de seis años consecutivos de déficit pluviométrico y tres años de déficit hidrológico, que «prácticamente está mermando todas las producciones agrícolas y ganaderas llevándonos a la ruina», toda vez que ha estimado que los daños en Andalucía ascienden «ya a más de 3.000 millones de euros».
Igualmente, ha manifestado que las ayudas por parte de las administraciones públicas «siempre son bienvenidas», pero tan sólo cubren «una décima parte de lo que supone el daño real y total que sufre la producción».
En este sentido, Martín ha dicho que quieren solicitar «de manera urgente» que la Unión Europea sea consciente de la situación crítica por la sequía en nuestro país, al tiempo que ha exigido que el Ministerio de Agricultura y la Junta Andalucía «sean contundentes en la defensa de estos intereses» y en trasladarles a Bruselas «la necesidad de aumentar el nivel de ayudas y apoyos».
En relación a ello, se ha referido al consejo informal de ministros de Agricultura de la Unión Europea, que tendrá lugar el 5 de septiembre en Córdoba, donde se reunirán todas las organizaciones agrarias y las cooperativas agroalimentarias como acto de protesta ante las políticas que se están llevando a cabo desde Bruselas, junto a «la desidia» de ciertos grupos de presión que actúan contra el mundo rural.
Asimismo, el representante sindical ha reclamado que «el campo español debe tener el mismo trato que reciben otros países» y «exigir que las producciones que vienen de esos terceros países cumplan los mismos requisitos a los que se nos obliga dentro de la Unión Europea», además de «una vigilancia rigurosa en las fronteras».
Por último, Martín ha concluido que «es importante que se destine parte de los fondos de la Unión Europea para las infraestructuras agrarias de regadío de uso colectivo», al igual que ha señalado que es necesario «solicitar ayudas especiales para sectores productivos, como es el caso del olivar, que todavía no ha recibido ni un solo euro» y que «también se está viendo muy afectado con pérdidas de más del 50% de la producción de una campaña normal».