Las organizaciones UAGA (Unión Agroganadera de Álava) y UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) han expresado este miércoles «el enfado general del sector productor» por la situación generada por el nuevo sistema implantado por el Consejo Regulador de la DOC Rioja para el control de la producción, al considerar que se ha aplicado «tarde y con manifiestas discordancias», por lo que defienden que este sistema «requiere de muchas mejoras y debe tener en cuenta al viticultor».
Según han recordado, la DOC Rioja ha utilizado este año un software que analiza imágenes satelitales e inteligencia artificial para la detección de rendimientos en campo. Asimismo, han señalado que el Consejo ha enviado una circular en las que informaba de las Normas de Campaña, y que aseguraba que «con carácter general, la revisión de las parcelas se realizará en fechas próximas al envero mediante la aplicación de un modelo de monitorización y predicción de la producción basado en Inteligencia Artificial».
Las organizaciones han denunciado que «la realidad ha sido que las primeras comunicaciones a viticultores de Rioja han tenido lugar a las puertas de la vendimia». «Creemos que la comunicación tardía a los viticultores hace que prácticamente no dispongan de plazo para el aclareo de racimos en sus parcelas», han explicado.
También han expresado su «descontento» por cómo se han gestionado estos plazos y por la forma de comunicación, «mediante el envío de cartas sin certificar, lo que no garantiza la recepción en una cuestión tan importante».
Insuficiente
Para UAGA y UPA, el plazo entre la notificación y la fecha límite para actuar es «insuficiente», ya que «las notificaciones tienen que dejar un plazo razonable que permita a los viticultores organizar sus labores con antelación y poder gestionar su tiempo compaginando sus otras tareas agrícolas y su vida personal».
«En las fechas actuales, falta mano de obra para realizar el aclareo, puesto que el personal se encuentra trabajando con otras campañas frutícolas o incluso a empezado ya a vendimiar», han subrayado.
Además, han advertido de que «el aclareo de racimos a escasos días de la vendimia puede tener consecuencias en la calidad final de las uvas, y por tanto de los vinos de la Denominación» porque «al quitar uvas, se pueden producir cortes y heridas en los racimos restantes, que faciliten la propagación de enfermedades como la Botrytis, sobre todo en condiciones de alta humedad esperadas en los próximos días».
Por otro lado, han afirmado que este sistema de detección «carece aún de la precisión necesaria y requiere de mucha mejora». «La predicción de producción basada en inteligencia artificial no ha resultado fiable en muchos casos en parcelas afectadas por heladas o pedrisco, en viñas con mayor vegetación, entre otras. Hasta tal punto es incongruente, que parcelas que ya habían sido cosechadas en verde, han recibido carta por sobreproducción», han denunciado.
Por último, UAGA y UPA han defendido que las medidas estructurales que establece el Consejo Regulador para generar equilibro en la Denominación y que «representan un sobrecoste para el viticultor, deben repercutir al alza en el precio de la uva, puesto que los viticultores llevan soportando los últimos años, precios por debajo de costes de producción».