i-DE, la distribuidora de Iberdrola, ha revisado durante los seis primeros meses del año más de 5.500 kilómetros de líneas eléctricas --3.150 aéreas y 2.300 subterráneas-- en la Comunitat Valenciana.
La empresa ha realizado reconocimientos regulares orientados a detectar las posibles anomalías en instalaciones eléctricas de estas características, según ha informado la compañía en un comunicado.
Por provincias, la compañía ha inspeccionado aproximadamente 1.000 kilómetros de líneas en Castellón (500 aéreas y 500 subterráneas); 2.200 kilómetros en Alicante (1.500 aéreas y 700 soterradas) y 2.350 en Valencia (1.200 aéreas y 1.150 soterradas).
Estas inspecciones se centran en elementos como los aisladores, conductores, herrajes o apoyos que pueden haberse visto dañados por fenómenos meteorológicos extremos u obras próximas, entre otras causas. Además, la compañía también ha llevado a cabo revisiones termográficas en sus líneas aéreas.
Esta acción consiste en el reconocimiento de las infraestructuras eléctricas con helicópteros equipados con cámaras infrarrojas que miden la temperatura de las instalaciones. De este modo, "es posible detectar aquellos puntos que presentan temperaturas inadecuadas para
corregirlos y evitar así interrupciones en el suministro", ha detallado la eléctrica.
Según Iberdrola, «las inversiones realizadas por i-DE en nuevas infraestructuras eléctricas y en el mantenimiento y renovación de las ya existentes, así como a su ambicioso plan de digitalización de sus redes eléctricas, le ha permitido contar en España con un nivel de calidad de servicio un 20 por ciento mejor que la media del sector eléctrico español».
En los últimos tres años, la compañía ha conseguido mejorar en ámbito nacional un 15% la calidad del suministro eléctrico que ofrece a sus clientes.
Digitalización de las redes
i-DE se encuentra inmersa en un proceso de digitalización de la red de distribución eléctrica que va a permitir más información para establecer criterios de eficiencia y sostenibilidad energética, de forma comprometida con una acción climática «ambiciosa y urgente».
La digitalización de las redes eléctricas es la clave para avanzar hacia un sistema «más flexible y seguro que haga posible una mayor penetración de la generación renovable, más autoconsumo y la integración masiva del vehículo eléctrico». La digitalización permite además mejorar las tareas de mantenimiento y los procesos de atención al cliente.
En los últimos años, la compañía ha acometido un plan de digitalización de sus instalaciones y en la Comunitat Valenciana ha convertido sus más de 3,5 millones de contadores y la infraestructura que lo soporta en inteligentes, incorporando capacidades de telegestión, supervisión y automatización, que son capaces de verificar y controlar la red en tiempo real.
De este modo, es posible gestionar con rapidez y de forma remota cualquier actuación relacionada con el punto de suministro y los servicios, mejorando la eficiencia y la calidad de suministro, al disminuir las incidencias y su duración. Con esta transformación de las redes hacia una infraestructura inteligente la compañía avanza en su estrategia de transición energética y contribuye a la descarbonización de la economía.