El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha impulsado y ha aprobado un plan para mejorar la accesibilidad al servicio del bus metropolitano para los próximos cuatro años (2023-2027), informa en un comunicado de este jueves.
Según la entidad, el objetivo es seguir mejorando la inclusión de todas las personas, «con independencia de las características propias de cada una», para adaptar el transporte a personas con movilidad reducida y discapacidad auditiva o visual.
Una de las «grandes» líneas de trabajo es, textualmente, la mejora de algunas paradas para hacerlas más accesibles y también la zona de espera de los usuarios, trabajos ya aplicados en la parada Hospital Universitari de Bellvitge de l'Hospitalet de Llobregat y en la de Plaça Constitució de Esplugues de Llobregat (Barcelona).
Por un lado, el plan fomentará el uso de nuevas tecnologías y prevé pruebas piloto para personas con dificultades auditivas y visuales; una de ellas, la instalación de un sistema de bucle inductivo, un dispositivo con un botón que «permite aislar el sonido ambiente».
También prevé incorporar el lenguaje Braille en la «información esencial» en la parada de el autobús, que facilitará el acceso a la información para las personas invidentes.
Objetivo 2027 y "mirada feminista"
El AMB busca duplicar el número de paradas adaptadas en el área metropolitana en los próximos cuatro años --de las 1.216 paradas actuales adaptadas a las 2.194 en el año 2027--; y instalar un nuevo modelo de marquesina, con un «nuevo diseño y más iluminación».
El plan también prevé la inclusión en clave de género, en colaboración con el grupo la Mirada, con el que se realizan «marchas exploratorias» y encuentros con mujeres usuarias para analizar las condiciones de viaje.