La asociación Oriwa, creada por ciudadanos de Bejís, El Toro, Teresa, Torás y Sacañet (Castellón) para impulsar la recuperación de sus pueblos tras el incendio declarado el pasado verano en la zona, ha pedido a la Generalitat, Diputación de Castellón y sus respectivos consistorios inversiones «urgentes» para recuperar los montes quemados e impulsar la actividad económica de la zona afectada.
En el primer aniversario de la «peor catástrofe» sufrida en la zona en 80 años, la entidad reclama a las administraciones que destinen «de forma urgente» fondos suficientes para recuperar las más de 19.000 hectáreas de monte calcinado e invertir en el desarrollo económico de la zona.
Oriwa pide a todas esas administraciones que cooperen entre ellas y ofrecen «toda su colaboración para agilizar la puesta en marcha políticas eficaces que permitan la recuperación socioeconómica y ambiental de la zona».
Desde Oriwa defienden que es «imprescindible» equilibrar las inversiones, «que han ido histórica y mayoritariamente a las zonas de costa, para recuperar la actividad económica en el interior de la Comunitat Valenciana, porque es la mejor política para proteger nuestros bosques, imprescindibles en un entorno de emergencia climática, y evitar que más personas sigan abandonando estos pueblos».
En esta línea, advierten de que varios de ellos «ya estaban en riesgo de despoblación» antes del incendio, por lo que es «urgente una intervención socioeconómica que arraigue a las personas a su territorio y una atención continuada a nuestros montes y bosques».
También reclaman al gobierno autonómico que se mantenga «firme» para impedir que se construya la línea de Muy Alta Tensión en proyecto desde la provincia de Teruel hasta L'Eliana (Valencia) que, de aprobarse por el Gobierno central, atravesaría varios de los municipios afectados por el incendio y condenaría a la zona «definitivamente a la despoblación».
Acciones ciudadanas
En este año, Oriwa y otras asociaciones del Alto Palancia han estado activas en la oposición a esa línea de Muy Alta Tensión, cuyo proyecto se sometió a información pública «once días después del comienzo del incendio». Oriwa también ha emprendido actividades para ayudar a la recuperación de la comarca.
Entre las acciones realizadas destacan nueve jornadas de limpieza del monte para retirar la basura que afloró tras el incendio -en las que participaron cientos de personas voluntarias y se recogieron decenas de toneladas de basura- y la realización de talleres para orientar a los agricultores en la recuperación de sus cultivos o sobre la recuperación de montes quemados, entre otras temáticas.
Además, Oriwa ha participado en acciones de reforestación con plantas autóctonas en terrenos no quemados de Teresa, Sacañet y Bejís, y ha creado en Teresa un vivero, en terrenos cedidos por el Ayuntamiento de la localidad, para futuras acciones de reforestación de las zonas calcinadas. La asociación intenta por medio de donaciones y otras actividades como la organización de mercadillos obtener fondos para apoyar todas estas labores.
Según la entidad, la superficie quemada fue de 19.159 hectáreas, de las que 17.352 era superficie forestal y de la superficie forestal quemada se calcula que será «muy difícil» recuperar unas 4.000 hectáreas porque, o bien estaban cubiertas con especies con muy escasa capacidad de recuperación o bien son áreas que se también se quemaron en el incendio de 2012. Además, se calcinaron 1.632 hectáreas de terrenos agrícolas, principalmente de olivo y almendro en producción.