Iberdrola ha pedido a la administración que la regulación contemple mecanismos de «flexibilidad» para maximizar el uso de la red disponible de puntos de recarga de vehículos eléctricos y optimizar futuras inversiones en Euskadi, con el fin de atender un posible escenario de puntos de cargadores para vehículos eléctricos cada 60 kilómetros en 2026, como ha propuesto el Parlamento europeo.
La red de Iberdrola en Euskadi está preparada para dar servicio a los escenarios de penetración de vehículo eléctrico previstos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) hasta el año 2030, y para ese posible aumento exponencial de electrolineras, según han indicado a Europa Press fuentes de la compañía.
El pleno de la Cámara de Bruselas adoptó el pasado día 11 las nuevas reglas para ampliar la infraestructura de recarga con el despliegue de estaciones de carga de vehículos eléctricos al menos cada 60 kilómetros con una potencia de 400 kilovatios (kW) para 2026 e incrementarla a 600 kW para 2028, con el objetivo de descarbonizar el transporte, formando parte del plan de la Unión Europea para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% en 2030 en comparación con los niveles de 1990.
Desde Iberdrola han explicado que la compañía tiene identificadas, de cara a esa posible ampliación de electrolineras, algunas «limitaciones» en puntos «muy concretos, principalmente asociados a la baja tensión, cuya solución implicará inversiones contenidas, pero que han de ser contempladas en la regulación».
Por ello, la empresa considera «fundamental» que la regulación contemple mecanismos de flexibilidad en el proceso de recarga para maximizar el uso de la red disponible y optimizar futuras inversiones.
Según ha destacado Iberdrola, dispone de sistemas de inteligencia artificial para optimizar la ubicación de los puntos de recarga en relación a la red disponible, con los que puede ayudar a las administraciones a acelerar los despliegues.
Camiones
Las nuevas reglas aprobadas por el Parlamento europeo establecen también que para camiones y autobuses, las estaciones de carga deben estar disponibles cada 120 kilómetros. Estas estaciones deberían instalarse en la mitad de las principales carreteras de la UE para 2028, con una potencia de 1.400 kW a 2.800 kW, dependiendo de la ruta.
En este sentido, Iberdrola considera «positivas» todas las acciones en las que se fijen objetivos «ambiciosos» de despliegue de infraestructura para recarga de vehículos eléctricos y descarbonización del transporte. «Desde luego, vemos también muy bien la inclusión de medidas para el transporte pesado», ha subrayado.
Dicho esto, ha resaltado que el sector de Operadores de puntos de recarga ya está trabajando «muy duro» en esta línea, gracias a la voluntad inversora de los operadores actualmente, aunque ha advertido del «riesgo de no llegar a estas fechas, debido a los tiempos de desarrollo de los proyectos de las estaciones de recarga».
Por parte de la compañía energética se defiende que para asegurar que se consiguen estos objetivos en los tiempos requeridos, los operadores privados, las distribuidoras eléctricas y la Administración, deben trabajar en mejorar las «barreras administrativas», ya que con tiempos de proyecto de construcción de las estaciones más potentes superiores a los dos años, «debido fundamentalmente a los tiempos de permisos y licencias, se dificulta llegar a la meta de 2026».
Aligerar trámites, permisos y licencias
En su opinión, es necesario facilitar y aligerar los trámites, permisos y licencias, tanto de la construcción de las estaciones de recarga, como de las líneas de alimentación de estas estaciones.
Del mismo modo, considera que se debe implantar ayudas «más efectivas» a infraestructura y compra de vehículos eléctricos. «Los operadores de puntos de recarga estamos haciendo una enorme inversión, adelantándonos a la penetración de vehículos eléctricos. Las ayudas al despliegue de infraestructura y mayor facilidad administrativa para tramitarlas son fundamentales en estos primeros años para incentivar la actividad», han indicado las mismas fuentes.
Iberdrola ha señalado que está trabajando en esta línea con «toda su energía» y ya cuenta con una red de más de 4.600 puntos de recarga públicos operativos, de los cuales 1.500 son rápidos y tiene una cartera de proyectos en ejecución superior a los 5.000 puntos de recarga.
También trabaja en formar una Joint Venture con BP con el objetivo de desplegar en 2030 hasta 12.000 puntos de recarga de alta potencia en España y Portugal, del tipo de los que se incluyen en la nueva regulación.