La Audiencia de Granada ha condenado a dos años de prisión a un hombre que se hizo pasar por representante de una empresa de transportes para adquirir 86.000 litros de gasóleo que le fueron suministrados en una nave industrial de Huétor Tájar (Granada) y que nunca pagó a las compañías suministradoras, dejando una deuda de cerca de cien mil euros.
La Sección Segunda de la Audiencia le ha condenado por un delito continuado de estafa agravada en concurso con otro de falsedad en documento mercantil y también deberá indemnizar en 98.139 euros a las dos empresas de gasóleo perjudicadas, puesto que ése es el importe que se calcula que les dejó a deber, según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press.
Los hechos --que fueron juzgados el pasado 30 de marzo--, se remontan a noviembre de 2011. El acusado tenía alquilada por aquella época una nave industrial en el polígono industrial 'La Catalana' de Huétor Tajar y fue allí donde recibió los portes de gasóleo. Para cerrar la operación y dar «apariencia de fiabilidad al negocio», se hizo pasar por un representante de una empresa asturiana de transportes con la que no tenía ningún tipo de vinculación y firmó así los albaranes que confirmaban la recepción de un primer pedido de 20.000 litros de combustible y de otros dos, a los pocos días, de 20.000 y 21.000 litros cada uno.
En las facturas y albaranes consignó además el nombre y DNI ficticios de un tal Germán para ocultar así su verdadera identidad y evitar que pudiera serle reclamado en el futuro importe alguno, ya que «no tenía intención de atender al pago» de los 23.515 euros en los que se había valorado cada uno de los portes de 20.000 litros de gasóleo que recibió ni los 25.582 euros del tercer pedido.
Ese mismo mes repitió la operación con otra empresa distinta. Aunque los primeros portes sí los pago, luego volvió a suplantar la identidad del representante de la misma empresa asturiana de transportes firmando así los albaranes que confirmaban la recepción de 25.000 litros de gasóleo tipo A que fueron depositados en la nave de Huétor Tajar en tres descargas distintas.
El acusado consignó igualmente en las facturas y albaranes el nombre y DNI ficticios de la misma persona que había usado con la otra empresa para ocultar su verdadera identidad, dejando a deber otros 25.526 euros. El día del juicio reconoció los hechos y aceptó previamente la pena que le ha sido impuesta en sentencia, contra la que no cabe recurso ya que ha sido declarada firme por el tribunal.