El brote de salmonelosis detectado a finales de junio en un bar de Granada, con 31 intoxicados, partió de una trabajadora del establecimiento que estaba enferma, según los primeros informes derivados de las inspecciones que se realizaron en el momento de los hechos y que confirmaron que el local se encontraba en buenas condiciones de higiene y salubridad, según han detallado a Europa Press fuentes conocedoras de este procedimiento.
En las distintas inspecciones que se realizaron al restaurante los técnicos descartaron la existencia de irregularidades que aconsejeran un cierre preventivo del local o alguna sanción por incumplimiento de la normativa, según han detallado las mismas fuentes y fue durante las entrevistas a los empleados cuando se tuvo conocimiento de que uno de ellos había acudido enfermo a su puesto de trabajo.
Concretamente una trabajadora con síntomas de gastroenteritis que habría contagiado los alimentos al manipularlos, tal y como avanza este miércoles el diario Ideal. Los informes elaborados por los técnicos del Ayuntamiento de Granada deberán ser ratificados en todo caso por la Junta de Andalucía.
Algunos de los intoxicados tuvieron que ser ingresados ante los síntomas que presentaban, entre ellos un menor, y varios de los afectados presentaron denuncia ante la Policía Nacional. Por su parte, la Asociación del Paciente pidió a la Fiscalía protección ante este caso.